UN INVERNADERO EN EL SALÓN
Vivero, de Tornasol Studio, es la excusa definitiva para dar rienda suelta a nuestro renovado amor por la naturaleza con una huerta en casa.
Desde que Guillermo Trapiello e Inés Llasera fundaron Tornasol Studio en 2017, no han dejado de recibir elogios. Son una de las firmas de diseño más aclamadas del panorama nacional actual. Vivero es su último proyecto y una reafirmación de esa capacidad que tienen para concebir piezas altamente deseables, tanto por su estética como por su carácter interactivo.
Esta huerta casera apta para todo tipo de espacios es obra de Guillermo y Pablo Basqué, amigo y emprendedor. Nació en los más de 100 días de aquel confinamiento que nos hizo soñar con la naturaleza. Las fantasías bucólicas del dúo se materializaron en este mueble de acero inoxidable que ahora producen bajo demanda. Su estructura, ligera tanto en lo visual como en lo físico, tiene una vida útil estimada en 50 años y permite configurar un jardín comestible y económico: el diseño reduce el agua de riego, mantiene la humedad e incluye piezas de tejido translúcido para crear invernaderos en miniatura. Se construye con más de 150 piezas, como si de un juego de Meccano se tratara, y se envía con una guía para iniciarse en el arte de la permacultura urbana. Su propio Instagram (@ vivero. life) nos hace desear unas tomateras para el salón. Desde 239 euros en tornasolstudio.com
"LA CASA DEBE SER EL ESTUCHE DE LA VIDA, LA MÁQUINA DE FELICIDAD" Le Corbusier