QUE NO PARE LA FIESTA
Las ganas de celebración aumentan por momentos al recordar una pasarela con exceso de lentejuelas, tejidos metalizados y mucho bling bling, incluso en los accesorios. La moda brilla más que nunca gracias a sus continuos guiños a la fiebre disco de los ochenta, pero también adquiere tintes futuristas y espaciales.