Marie Claire España

“Un hombre puede ser solo interesant­e. Una mujer, no.”

- por Clara Auñón foto Lupe de la Vallina

A EDUARD FERNÁNDEZ LE MARAVILLA QUE, A ESTAS ALTURAS DE LA ERA TECNOLÓGIC­A, LA FICCIÓN SIGA EMOCIONAND­O. EN ‘MEDITERRÁN­EO’ (ESTRENO 1 DE OCTUBRE), LO HACE DESDE LA PIEL DE ÓSCAR CAMPS, CREADOR DE OPEN ARMS.

No nos gusta ver cosas incómodas, pero lo que cuenta la película es algo esencial: solemos decir ‘el mundo está así, pero, ¿qué puedo hacer yo?’. De eso va esta historia, de qué puede aportar usted, que la está viendo. Hay quien hace maravillas, como Óscar. Interpreta­rle, ¿te ha hecho sentir mejor o peor contigo mismo? Cada uno tiene su lugar, el mío es contar historias. El oficio tiene mucho sentido cuando cuentas algo importante. Tu personaje necesita que le protejan de sí mismo. ¿Tú también? Ya no. A veces uno se despista y tiene que ponerse límites para ser feliz. Yo ya lo he hecho. Aunque siempre queda esa parte oscura que nos boicotea. Dicen que el síndrome del impostor es más habitual en mujeres. ¿Sí? Pues mira, en ese sentido soy muy femenino. En ese y en otros muchos. Antes sentía que me iban a pillar, que iban a descubrir que no soy buen actor. Creo que tiene mucho que ver con el ego mal puesto. Acabas de decir que eres muy femenino en muchos sentidos. De joven estudié mimo y fui a clase de danza contemporá­nea. Mi padre estaba convencido de que yo era gay porque era muy amanerado. Soy muy sensible, me gusta la intimidad... Aunque no sé si eso es femenino. Seguimos teniendo muchos prejuicios con esto. ¿Han cambiado los roles masculinos en el cine? El público pide más a nivel humano. Eso implica no esconderse tras una máscara de hierro, ser vulnerable. ¿Y los femeninos? ¿Son más fuertes? Depende. En la sociedad capitalist­a se aprovecha todo para vender más, como que la mujer parezca más libre y el hombre más sensible. Falta mucha evolución en los papeles femeninos. A partir de los 40 años, casi no hay; para hombres, muchísimos. En lo físico, ¿es la alfombra roja más tirana ahora con vosotros? Sí, aunque un hombre siempre puede ser solo interesant­e. Una mujer, no. No se le permite. Tiene que ser, además, guapa. Eso es una putada. ¿Te harías algún retoque estético? No. Soy un hombre vanidoso, podría tener la tentación. Pero estoy convencido de que después del primero viene un segundo y un tercero. Es demasiado goloso. ¿Qué es el ácido hialurónic­o? Es esto que se pone en la cara, ¿no? ¿Unas botellitas? Puede venir en botellitas, sí, o en pinchazo. No, en pinchazo no. Pero en esta última película mi maquillaje ha sido solo eso, una ampolla. Y me encantaba. Soy presumido, no creas. ¿Con qué? Con estar delgado, por ejemplo. Tiendo a engordar. ¿Te cuesta decirte las cosas buenas? He aprendido a hacerlo. A aceptar los elogios. Y a los demás, ¿les dices más lo bueno o lo malo? Lo bueno. Me ha costado empezar a poner límites al de enfrente. ¿Lo bueno incluye piropos? ¿Gritados por la calle? No, eso no. De jovencito sí, era lo normal en esa época, aunque siempre he sido más bien tímido. ¿Alguna otra habilidad por conquistar? Ser más espontáneo, natural, libre. No sentirme preso de prejuicios ni miedos.

 ??  ?? Con más de 30 años de carrera a sus espaldas, Eduard Fernández (Barcelona, 1964) afronta dos retos pendientes: dirigir un corto y hacer un monólogo. El primero está escrito. El segundo lo dirigirá Andrés Lima. Mientras, retoma el crossfit para la segunda temporada de ‘30 monedas’.
Con más de 30 años de carrera a sus espaldas, Eduard Fernández (Barcelona, 1964) afronta dos retos pendientes: dirigir un corto y hacer un monólogo. El primero está escrito. El segundo lo dirigirá Andrés Lima. Mientras, retoma el crossfit para la segunda temporada de ‘30 monedas’.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain