Preferiría no hacerlo
Perdonémonos porque no sabemos lo que hacemos. Lo que se juega en la renuncia es la búsqueda de una auténtica vida. Aquí, tres formas de decir basta.
De pronto lo ves todo claro. Te encuentras frente a una falsa elección. La situación fue tomando forma a pesar de ti, a pesar de los otros, y te ves de pronto emplazado a actuar. Sin embargo decides renunciar, eliges no elegir. Descubres entonces que has estado instalado en una inercia, al igual que un eslabón en una cadena automática. Sin saber muy bien por qué lo hacías, pero lo hacías. En nuestra sociedad, donde la acción está sacralizada, dar un paso atrás supone siempre una derrota. Vivir, dicen, es actuar. Pero ¿acaso uno no puede estar activo y en realidad muerto por dentro? Al igual que un autómata, el sentido de lo que hacemos está mayormente inscrito en otra parte. Quizás llegue el momento de parar, de bajar del tren, de descubrir cómo las cartas estaban marcadas y de negarte a seguir jugando. Paradójicamente, hoy en día, decir 'no' puede suponer el mayor acto de libertad.
"¿NO SERÁ QUE LOS SERES HUMANOS
AMAN O SE AFERRAN A SU PROPIA MISERIA PORQUE NO CONOCEN OTRA COSA MÁS?"
JIDDU KRISHNAMURTI