Myriam Yébenes
La directora del instituto de belleza que fundó su madre, Maribel Yébenes (maribelyebenes.com), vivió desde bien pequeña en casa el amor por el cuidado de la piel, "además, tengo una piel muy grasa y con problemas de acné, por lo que desde los 13 años ya tuve que empezar a cuidarme".
¿Aparatología o técnicas manuales? Al final es una combinación de ambas, pero si nos tenemos que quedar con una sola, sería la tecnología. Tenemos más de cincuenta energías en los institutos y hemos comprobado desde hace más de 40 años que donde llega la tecnología, las manos solas no pueden llegar. ¿Cree que ha habido un antes y un después en los hábitos o pieles de sus clientes tras el confinamiento? Sí. Los cambios han venido sobre todo por el uso de las mascarillas, que asfixian a las pieles y provocan la aparición de granitos. Hemos comprobado que nuestras pacientes se han maquillado menos, se han cuidado más la piel para evitar la aparición de rojeces, y también un aumento de las visitas a nuestros centros. ¿Y en esas visitas, ¿cuáles han sido los tratamientos más demandados? Principalmente los de rejuvenecimiento y firmeza de la piel del rostro, como FLX Thermage o el láser Alma Q. Y uno de los más novedosos: Neo Emsculpt, que trabaja la reducción de grasa con la creación de músculo. ¿Qué opina del futuro de la belleza? Apostará por tecnologías más innovadoras que consigan más resultados en menos sesiones. También se buscarán tecnologías cada vez más indoloras y, por supuesto, pasa de la mano de la sostenibilidad y la digitalización.
"APOSTAMOS POR AMBAS, PERO DONDE LLEGA LA TECNOLOGÍA, LAS MANOS SOLAS NO PUEDEN LLEGAR"