"Tener una red de apoyo de mujeres es esencial para sobrevivir"
MABEL LOZANO FIRMA CON LA PERIODISTA PAKA DÍAZ 'TE INVITO A UN MOJITO', UN LIBRO SOBRE EL CÁNCER DE MAMA, ENFERMEDAD QUE AMBAS SUFRIERON.
"Hasta que me diagnosticaron cáncer de mama nunca había pensado en la posibilidad de no ser, de no existir. El cáncer es aterrador, esa es la primera realidad", cuenta Mabel Lozano. Tras ese primer impacto, se vive una experiencia complejísima en la que conviven miedo, dolor, silencio, los tabúes que rodean a esa enfermedad, la falta de información y acompañamiento, la sororidad entre pacientes oncológicas y, por supuesto, la vida. La vida que no para y va mucho más allá del cáncer. "Yo he vivido siempre con mucha intensidad, con mucha pasión, y desde el cáncer de mama, aún más. Aprendes a cuidarte; y no solo a eso, también a decir que no, a pedir y hasta a exigir ayuda, a distinguir lo importante".
La clave es el diagnóstico precoz. "El factor de riesgo más importante para tener cáncer de mama es ser mujer del primer mundo. Por eso, desde muy jóvenes, tenemos que integrar en nuestra rutina la autoexploración del pecho, y hacerla bien. Y, además, tenemos que recordar a las otras mujeres que deben hacerlo y hacerse revisiones periódicas", enfatiza. Ella se autoexploró después de que Paka Díaz, que ya había terminado su tratamiento, le animara a hacerlo. Notó un bulto, se hizo una revisión, y le diagnosticaron un carcinoma. El tratamiento lo recibió durante el confinamiento. Las dos autoras, además de pasar por la enfermedad, han sido testigos de las redes de apoyo que se crean entre pacientes, las virtudes y defectos del sistema de salud y los efectos emocionales que un tumor trae consigo.
HABLAR, HABLAR Y HABLAR
"De lo que no se habla no existe, esto lo aprendí cuando comencé a escribir sobre la trata de mujeres en la prostitución y la pornografía", cuenta la escritora. En 'Te invito a un mojito' (Catedral) hay un capítulo especialmente aterrador en el que se narra la violencia que sufren algunas pacientes oncológicas por parte de sus parejas. "Los comentarios despectivos que aluden a los pechos o la violencia física que, por supuesto, no cesa cuando la víctima tiene cáncer: al contrario, se agrava, porque la mujer ya no puede estar solo pendiente de los deseos del maltratador".
La medicina con perspectiva de género es otra de las reivindicaciones de Lozano. También hacer caso a lo que dicen las pacientes, no caer en estereotipos ni paternalismos. Muchas veces, cuenta, las mujeres se ven obligadas a luchar para que les atiendan o les autoricen pruebas, como le pasó a Paka. "Y nadie te habla de los efectos secundarios del cáncer de mama y su tratamiento, como el dolor crónico, los problemas de huesos", señala Mabel.
Estos efectos son especialmente notorios en la intimidad. La sequedad vaginal es uno de los más comunes. En muchos casos, la enfermedad llega durante la menopausia. El cóctel no parece propicio para el sexo. "No es así, tener una vida sexual activa y sana ayuda a paliar la sequedad vaginal, y hay lubricantes e hidratantes maravillosos. Parece que cuando has sobrevivido a un cáncer tienes que estar tan agradecida que puedes renunciar a muchas cosas, como el sexo o vivir sin dolor continuo".
QUÉ SERÍA DE NOSOTRAS SIN NOSOTRAS
"Esta es una frase que dice mucho mi amiga Rossy de Palma. Qué sería de las mujeres sin mujeres", cuenta Mabel. Fomentar una cultura de la escucha, de reconocimiento desde la diversidad de experiencias y servirse de la empatía. "Vi clara la red de sororidad que se crea entre las pacientes y pensé que recoge nuestras conversaciones y cuenta lo que hemos aprendido. Espero que sirva de ayuda y compañía".