La ternura voraz
¿QUÉ ES UNA CARICIA? BAJO LA PIEL TODO DEJA DE MOVERSE, INCLUSO EL DESEO. AQUÍ, TRES PROPUESTAS PARA ENTREGARSE A LA DULZURA.
FEROZ Y TIERNO
Carne trémula, de Pedro Almodóvar
El director manchego nos plantea un noir con Javier Bardem, Ángela Molina y Pepe Sancho. El drama está servido: tras un disparo fortuito, un policía queda postrado en una silla de ruedas. Un pistoletazo de salida para un melodrama marcado por la tragedia. Enredos amorosos, celos, venganza y en el centro la carne, depositaria de un secreto. Tras la pasión y la crueldad, palpita la ternura.
Te despojas con el otro de toda forma de prestancia y de distancia. La fragilidad se desvela, cae el telón, y ambos renunciáis a sostener la mascarada. Una caricia, una sonrisa profunda y tranquila, una mirada sin palabras. La ternura es el tiempo de un verdadero encuentro. Un tiempo pausado de un acuerdo delicioso, diría Roland Barthes, que se niega a tomar todo de golpe. El milagro de la presencia del otro. El lugar donde el amor se hace carne. La leche de la ternura humana, en palabras de Lady Macbeth, que revive en nosotros la pulsión de una primera infancia. Hoy en día, en que todo es brusco y rápido, la ternura da miedo. Nos susurra sobre una profunda apetencia que nunca termina de consumarse y de una carne que se adormece y se acuna. Demasiado viva y, quizás, también, demasiado muerta. ¿Estamos preparados para tanta sensualidad?
PRUEBA CON UN POCO DE MIMO
Try a Little Tenderness, de Ottis Redding
Grabada por primera vez en 1932, es Redding quien en 1966 la convierte en el himno a la ternura del amor. En una época de agitación, donde el modelo del amor se sujeta a los imperativos comerciales, a la tiranía del egoísmo y a la sexualización del cuerpo de la mujer, la defensa de la ternura, denunciada por algunos como paternalista, esconde una defensa al amor desinteresado y una confesión de la vulnerabilidad del hombre: "Sabes que está esperando/ anticipando/ la cosa que nunca nunca nunca poseerás/ pero mientras espera sin ello/ prueba un poco de ternura,/ es todo lo que tienes que hacer".
LA DULZURA DE VIVIR
El señor Ibrahim y las flores del Corán, de François Dupeyron
A Momo la vida no le sonríe. Vive solo con su padre, un hombre hundido en la depresión crónica que le desprecia. En la esquina de su manzana, un anciano turco, Ibrahim, interpretado por Omar Sharif, regenta una tienda de ultramarinos. Cuando un día vuelve a casa, su padre ya no está. Le ha abandonado y Momo se las arregla para vivir solo. Omar, entonces, lo apadrina y le desvela el secreto de la vida. “–¿Por qué nunca sonríes, Momo? – Sonreír es algo que solo hace la gente rica, señor Ibrahim.
–Te equivocas, es sonreír lo que trae la felicidad”.
Un cuento sufí que nos habla del poder de la ternura.
"QUÉ PROFUNDAMENTE MADURAS Y TIERNAS SE HAN VUELTO TODAS LAS COSAS Y, EXTRAÑAMENTE, LA VIDA ENTERA ESTÁ EN ELLO COMO UNA HOJA NUEVA, TOTALMENTE INDEFENSA" KRISHNAMURTI