LAURA PACHECO

HABÍA UNA VEZ, UNA NIÑA DE ALMERÍA QUE FANTASEABA CON SER ILUSTRADORA. HASTA QUE LO CONSIGUIÓ.

La artista estudió Bellas Artes y se especializó en Restauración de pintura. Desde entonces hasta hoy ha trabajado como historietista, escribiendo e ilustrando sus propias viñetas; dibujante de cómics, rotulista… e ilustradora. Una multitasker que se considera autodidacta en lo que hace por todas las técnicas y herramientas que utiliza en la actualidad —trabaja en digital, con Photoshop y Wacom Cintiq—, mientras admira el trabajo de Carson Ellis, Júlia Sardà, Mary Kate McDevitt, Nick Misani o Núria Tamarit. La última obra que le ha impactado, nos cuenta, han sido unos mosaicos bizantinos de ángeles de la basílica Santa Sofía en Estambul. También, le inspiran mucho ‘las imágenes de artes arcaicos o civilizaciones antiguas.' Le gusta visitar museos y yacimientos arqueológicos; ilustrar escenas cotidianas en las que de alguna manera se rompan ideas preconcebidas sobre distintos estatus sociales o roles de género. Pacheco se propone representar escenas inclusivas con personas con diferentes tipos de cuerpo, no solo normativos: 'No pretendo que esto resulte chocante, sino que se refleje de manera natural. Creo que es importante introducirlos sea cual sea el encargo'. La artista nos cuenta que tiene una larga lista de proyectos soñados, entre los que se encuentra diseñar estampados. Y es que será por la cotidanedad de sus escenas, será por los ambientes que crea; que no hay dibujo de Pacheco que veamos y no nos imaginemos en él.