EL ESTAMPADO

El 'tie-dye' es una forma milenaria de teñir la ropa que se empleó como símbolo de protesta.

Quizás no sepas que este tipo de estampado se denomina tiedye o que cuenta con siglos de historia, pero de lo que sí te habrás dado cuenta es de que este print que simula un efecto degradado o desteñido está por todas partes. Nació como una técnica empleada para teñir ropa, uso que se ha extendido hasta nuestros días, ya sea de forma industrial o casera, no en vano, hay cientos de tutoriales en las redes sociales para aprender a personalizar las prendas más casual, como camisetas y sudaderas, con este print. En castellano se traduce, literalmente, como ' atar- teñir', pues solo hace falta unas cuerdas o realizar unos simples nudos sobre la prenda, además de tintes textiles o lejía para transformar una pieza lisa en una estampada. Para conocer su origen, hay que remontarse a la China y el Japón del siglo VI. Por aquel entonces, sus habitantes teñían las telas con una técnica llamada shibori, mediante tintes naturales extraídos al hervir flores y hierbas de diferentes colores. Perú, África o India (esta última con su técnica bandhani tie) también fueron precursores en el uso de métodos similares para decorar la vestimenta durante siglos después. Pero es en el siglo XX cuando se identifica como estandarte de protesta social en Estados Unidos. Ya desde comienzos de siglo, era habitual verlo entre la población, pero tras la Primera Guerra Mundial y durante la Gran Depresión (1929) tuvo su máximo esplendor, pues se convirtió en una forma económica de renovar la ropa en un momento de crisis. En los años sesenta, el movimiento hippy volvió a recuperar esta manera de teñir la ropa para reivindicar su disconformidad frente al consumo masivo, convirtiendo el tie-dye en un emblema de su lucha y de su modo de vida antisistema. Tras esta década, su variante más psicodélica caló cada vez más hondo en los guardarropas femeninos y masculinos, y en los ochenta irrumpió en las pasarelas. Como consecuencia, en la década de los noventa se convirtió en un producto de masas, pasando a un segundo plano su función original de estampar, gracias, en parte, al prêt-à-porter. Aunque en los primeros años del siglo XXI fue el gran olvidado, en el verano de 2018 volvió al panorama estilístico con fuerzas renovadas. Y hasta hoy, ya inmersos en la temporada de primavera verano 22, en la que el tiedye está más presente que nunca. Nuevas prendas, nuevas variantes y, actualmente, otro nuevo gran clásico del verano, como las rayas.