UN MAPA DE ENREDOS
LA ADULTEZ SE DESPIERTA EN UNA CASA DE CAMPO Y EL APERITIVO ESPABILA LOS SENTIDOS. MIENTRAS EL CIELO SE DESPEJA DE NUBES, EN LAS LIBRERÍAS LAS NOVEDADES ABREN (Y TAPONAN) EL CAMINO A UNA NUEVA VIDA.
Mis días con los Kopp
Las esculturas no son para siempre. Son proyectos, dice Bertrand, efímeros. Para eso es él el autor. Virginia lo observa. Se han reunido en la casa de los Kopp. En el debut de Xita Rubert, el humor resquebraja la adultez y las apariencias.
Mamut
Eva Baltasar trabajó como pastora. La protagonista de la última entrega de su trilogía está a punto de imitarla. Se ha mudado al campo. No soporta los semáforos, el cemento, los centros comerciales. Pero quiere un hijo. Y esos no caen de los árboles. Va a necesitar un hombre.
El seductor
Hay amistades de infancia que enlazan a sus integrantes de por vida. A Hertz y a Morris la niñez los ha anudado de la cabeza a los pies. El primero, ahora en su cuarto matrimonio, se ha enredado con la mujer del segundo, cuyo primer marido ha llegado a Nueva York con una misión: estafar a Morris con las falsificaciones de un Picasso y un Chagall.
Metafísica del aperitivo
A Stéphan el móvil le hormiguea en el bolsillo. Sus formas no encajan en la mesa del aperitivo. En la terraza de este bar de Montparnasse, el alcohol abre una reflexión reposada y erudita sobre la comida más excitante de los días de verano.
Adultos
Ida ha llegado a la cabaña familiar frente al fiordo. Acaba de cumplir 40 y las arrugas sobre las cejas parecen ya aradas sobre la piel. Quizá debería haber congelado sus óvulos. En Tinder tal vez encuentre al hombre ideal y con él los pueda emplear. Por ahora, se ha topado con una sorpresa: su hermana pequeña está embarazada.