TERRAZAS ESTIVALES: UN OASIS EN LA URBE
EL BUEN TIEMPO QUE OFRECE MADRID LA MAYOR PARTE DEL AÑO HACE PROPENSO LAS APERTURAS DE TERRAZAS COMO LA DEL HOTEL PRINCESA PLAZA, UN LUGAR DONDE DESCONECTAR DE LA RUTINA Y DISFRUTAR DE LA BUENA GASTRONOMÍA.
Con la llegada de las buenas temperaturas siempre buscamos esos oasis de paz y tranquilidad en grandes urbes como Madrid, donde poder relajarnos y disfrutar de los días libres en verano o de esos momentos afterwork. Una de las más recientes terrazas que brindan estas posibilidades es la recién estrenada Bar Royal & Terraza del Hotel Princesa Plaza Madrid. Este hotel es uno de los clásicos madrileños, y se encuenta en una ubicación privilegiada y céntrica: en la Calle Serrano Jover 3 (en pleno barrio de Argüelles, a escasos minutos a pie y en transporte público de la Puerta del Sol, de Plaza España o del Templo de Debod). Este emplazamiento óptimo para multitud de opciones de ocio o negocios hace de esta nueva apertura como uno de los place to be a tener en cuenta.
CON PROPUESTA GASTRONÓMICA Y DE COCTELERÍA
La nueva propuesta Bar Royal & Terraza del Hotel Princesa Plaza Madrid incluye un espacio separado de la calle por bambú y rodeado de vegetación (esbeltas palmeras, un pruno o aromáticos jazmines), y decorado con cómodas sillas altas y bajas o sofás. Este espacio a pie de calle es una prolongación del bar del hotel, por lo que se puede difrutar de un buen desayuno, del momento comida o de una cena ligera. Además, el cocktail bar abierto al hall es el punto de encuentro perfecto donde disfrutar de tu bebida o cocktail favorito. Si tú también quieres disfrutar de la temporada de terrazas, aprovechando el buen tiempo que brinda Madrid la mayor parte del año, no te puedes perder las nuevas experiencias que ofrece este icónico alojamiento.
UN ENCLAVE RODEADO DE VEGETACIÓN EN EL CENTRO DE MADRID: LA TERRAZA DEL HOTEL PRINCESA PLAZA ES UN RINCÓN DE RELAX.
Ha habido intelectuales que han necesitado escribir cartas a sus hijos, ¿de dónde viene la tuya? Existe poca literatura que explore el vínculo prenatal, la paternidad en ella tiene que ver más con padres terribles; con padres fantasmagóricos que dañan por omisión y con padres de los que se están despidiendo cuando la vulnerabilidad del cuerpo y las emociones del padre le bajan los decibelios al patriarcado. Viene de no haber leído literatura que nos enseñase a los hombres otras formas de vincularse con los estadios de la crianza y de la gestación. ¿Cómo reaccionará tu hijo cuando crezca
y te lea? No aspiro a ser dueño de sus reacciones, mi único trabajo es crearle un puente hacia su propia memoria y abrir una conversación. Lo demás dependerá de él. Yo quería que él supiera todo lo que me había enseñado. Existe una especie de abismo en nuestra memoria, ¿qué cosas habrán pasado en nuestros primeros años que no recordamos? Hay un canal de transmi
sión que no cultivamos lo suficiente. Por eso mismo yo me preguntaba sobre las exclusiones y autoexclusiones de los hombres respecto al mundo afectivo y más intuitivo. Es imposible cambiar esos roles canónicos si no tenemos un repertorio de historias a las que remitirnos. ¿Qué consejo le darías
que no te dieron a ti mientras crecías? Se me ocurren varias cosas, siempre huyendo de la palabra consejo. Como un cuchicheo en el
oído. Sí. Informaciones sobre la vida que su madre y yo tenemos, porque ni somos las mismas personas que antes de conocerlo y porque yo sé mucho más de la vida gracias a él. Si los llamamos cuchicheos, me gustaría saber transmitirle mi vulnerabilidad e incorporarla desde el principio en nuestra relación. Que supiera que sus padres también temen y son frágiles y necesitan consuelo. Eso sería un alivio para nosotros y una revelación para él. Si mi hijo me viese llorar a menudo sería una conquista para mí. En un capítulo del libro le escribo: Ojalá me enseñes a llorar lo no llorado.