EL VALOR DEL MUNDO RURAL
LA MARCA DE QUESOS FLOR DE ESGUEVA, FIEL A SU ORIGEN RURAL, SE UNE A LA LUCHA POR MANTENER VIVOS NUESTROS PUEBLOS.
Uno de los mayores problemas a los que se enfrenta el mundo rural en la actualidad es la despoblación. La constante migración de personas a la urbe está haciendo que muchos de los pueblos y aldeas de nuestro país queden muy poco poblados, e incluso deshabitados. Por ejemplo, solo en Castilla y León un 77% de los municipios están en riesgo
de despoblación. Esto supone la pérdida de las costumbres, la cultura y las tradiciones propias de estos lugares, e incluso de los oficios artesanales que se desarrollan en ellos.
Flor de Esgueva, la empresa de quesos que nació en 1946 en uno de estos pequeños municipios, concretamente en Esguevillas de Esgueva (Valladolid), quiere aportar su granito de
arena a este demoledor panorama y ayudar a mantener vivos nuestros pueblos. Para ello, se ha unido a creadoras de contenido que transmiten en sus redes sociales valores de tradición, amor por lo artesanal y pasión por sus respec
tivos pueblos. Una de estas mujeres es Laura López, conocida en Instagram como @lauraponts, y que, al igual que Flor de Esgueva, comparte esa fidelidad a sus orígenes. Nacida en
Ponts, un pequeño municipio de la provincia de Lérida, este pueblo lo es todo para ella: "es aprendizaje, mi trabajo durante muchísimos años, la conexión con mi familia y mis amigos, tranquilidad, paz, respirar aire puro... para mí vivir en mi pueblo es un lujo".
DE GENERACIÓN EN GENERACIÓN
Laura trabaja en Cansaladeria Vilalta, un negocio familiar de platos cocinados, quesos, embutidos y carnes artesanales. Su profesión, al igual que en Flor de Esgueva, se ha ido here
dando de generación en generación y se la inculcaron, sobre todo, su madre y su abuela. Aunque no tenía claro desde niña que trabajaría en la tienda familiar, lo que sí sabía era que quería enfocar su carrera profesional hacia el mundo de la gastronomía. Fue tras trabajar en París cuando empezó con el mundo de las redes sociales, una labor que compagina con su trabajo en la tienda en Ponts. Sus amigos fueron quienes la animaron a hacerlo, y desde entonces empezó a mostrar "lo que más me gusta y lo que mejor se me da: montar bodego