L Perspectiva de género en latinoamérica, “una deuda pendiente”
El primer encuentro ‘Mujer y Salud en Latinoamérica’ expone la realidad que han vivido las sanitarias latinoamericanas durante la pandemia.
os sanitarios latinoamericanos, de los que más de la mitad son mujeres, también se mantuvieron en primera línea de la pandemia para luchar contra la COVID- 19. Más allá de los problemas de protección y gestión del virus, que se presentaron ante el desconocimiento de la enfermedad, un gran porcentaje de estas profesionales que conforman el sistema sanitario de Latinoamérica tuvieron que enfrentarse a otra carga que arrastran desde hace años, pero que “se hizo todavía más patente con la pandemia”: la brecha de género. Esta es una de las diversas reflexiones que se han expuesto durante el primer encuentro Mujer y Salud en Latinoamérica, organizado por la iniciativa Mujeres de la Sanidad, con el apoyo de Gaceta Médica y Marie Claire, con el que las expertas han querido dar una visión más clara de la situación de la mujer sanitaria en algunos países de este continente. En la reunión, moderada por Carmen Montón, exministra de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, ha participado Susana Luhning, expresidenta de la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria (AAMR); Laura Mendoza, expresidenta de la Sociedad Chilena de Enfermedades Respiratorias (SERChile); Iria Miguens, médica de la Junta de la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (SEMES) y coordinadora de Mujeres en Urgencias; y Gloria Arbeláez, vicepresidenta del Colegio Médico de Pichincha.
Luchar contra un ‘suelo pegajoso’ “Tenemos una sobrecarga que ha visto su máxima expresión durante la pandemia. No solo teníamos a los pacientes, sino que también teníamos a nuestras familias y, además, éramos las responsables siendo sanitarias”, ha denunciado Miguens y ha señalado que la situación en los países latinoamericanos no ha sido diferente. “El 76 % del trabajo no remunerado de los cuidados están a cargo de mujeres, cifras muy similares en España. Las mujeres llegaban a casa y tenían que seguir ejerciendo el cuidado, bien de sus mayores, bien de sus hijos”, ha apuntado Miguens, una afirmación que Susana Luhning ha confirmado. Esto ha llevado a que muchas profesionales sanitarias hayan renunciado a seguir en el ámbito de la salud por el “gran estigma, sobreesfuerzo y estrés", ha explicado Carmen Montón durante el encuentro en base a los datos proporcionados a la Organización Panamericana de la Salud ( OPS). Las ponentes han explicado que a ello se le suma que la falta de facilidades en el ámbito laboral no permite a muchas mujeres ejercer altos cargos. A pesar de que las mujeres ocupen más del 70 % de la plantilla sanitaria, las cifras en este tipo de puestos son “sorprendentemente bajos”. “Muchas veces se culpabiliza a las propias mujeres de no estar en puestos de dirección porque dicen que no quieren estarlo, cuando, en realidad, es el sistema el que no está dando las condiciones para que ellas puedan aceptarlo. Creo que sería el momento de empezar a luchar contra ese suelo pegajoso”, ha denunciado Montón. Laura Mendoza ha ejemplificado esta situación con una experiencia personal: “Cuando llevaba en mi hospital varios años como profesora académica, quería seguir en la senda de la investigación. Mi jefe me preguntaba para qué quería seguir por la investigación y me insistía en que siguiese en la docencia. Esto fue un mayor estímulo para que yo concursara, tuviera un fondo de investigación del Gobierno y me declaro investigadora”. Ante ello, Miguens ha recordado que, en este periodo pandémico, también se ha sentido “agredida” como mujer, pues “me dieron a entender que mi situación era la ideal para ejercer mi profesión porque no tengo hijos, por tener una situación de hombre”.
En un cambio de paradigma, de generación. A pesar de que la educación haya estado basada “en una cultura machista”, según las ponentes, “ahora las mujeres más jóvenes son las que están abriendo los ojos y también abriéndoselos al resto”. Susana Luhning ha resaltado la importancia de trabajar en la propia “deconstrucción” de estos valores que se han pasado de generación en generación, y que, aunque se considera una tarea difícil, la experta ha incidido en que es esencial para que “las mujeres no repitan modelos masculinos". Aunque la situación de las mujeres ha ido mejorando en mayor o menor grado, estas profesionales sanitarias han detallado que “todavía queda un largo camino que recorrer hasta llegar a la igualdad de género”. Para conseguirlo, hace falta abordar una “deuda pendiente”. Las ponentes han concluido que ya no es posible no tener en cuenta a las mujeres, ni las políticas de género, ni la paridad del reparto equitativa al 50 % de las responsabilidades —incluyendo los cuidados del hogar y de la familia—. “Ya nada es posible sin tener un reparto de todo en la vida, al 50 %, como verdaderos compañeros de vida“, ha concluido Montón.