El valor de la queja E
Tania Llasera carga las tintas contra el falso empoderamiento femenino y la excesiva importancia que se le da a su físico en Mujer tenía que ser..., el libro más personal de la conocida presentadora e 'influencer'.
l título de la portada no acaba ahí, tras los puntos suspensivos puede leerse un rotundo: "Para todas las que están hasta el coño". ¿Es una provocación? Más que una provocación, lo que pretendo es desestigmatizar el hecho de que estamos hartas. Me parece una doble moral estar todo el día con la palabra "coño" en la boca cuando tienes un contratiempo y no poder ponerlo en la portada de un libro. ¿De qué están más cansadas las mujeres? Del falso empoderamiento de "tú puedes con todo", que al final provoca mucha frustración y una carga mental bestial. Realmente no podemos con todo y no pasa nada por decirlo. ¿Has conseguido soltar lastre o te sigue pesando la multitarea? Me sigue pesando. Muchas veces termino hasta el moño de tantos compromisos. La situación de ser mujer, trabajar y llevar una familia es casi imposible que no te venza cada día. Tenemos que dejar de buscar la validación en los demás y autovalidarnos y cuidarnos nosotras mismas. ¿Qué quieres tú en la vida? ¿Quedarte en casa? ¿Vas a estar más tranquila? ¡ Pues quédate en casa! No eres menos por ser ama de casa y no trabajar. Cada mujer debe tejer su propia tela de araña como le convenga. ¿Crees que la conciliación real es posible o se trata de una utopía? Creo que es posible y se está mejorando, pero no t an rápido como quisiéramos. La mujer trabajadora lo tiene muy fastidiado para avanzar si tiene familia, quiere tenerla o desea pasar tiempo con ella. ¿Crees que a los hombres también les gustaría conciliar más o prefieren estar en la oficina para escaquearse? Hay de todo. El otro día le comentaba a mi marido la envidia que me daba que él se fuera a las 9:00 y no regresara hasta las 20: 00. Él lo interpretaba como un reproche y yo trataba de explicarle la gran carga mental que soporto. Tengo que pensar al mismo tiempo en la compra, la fiesta del cole, el pediatra del niño, la presentación de mi l i bro… Todo ello FOTOS: me GETTY, crea una D.R. gran frustración y una especie de resentimiento hacia mi marido que me hace estar hasta el moño, porque no puedo más y no sé como expresárselo ya. Las tareas invisibles... Mi madre habla en mi libro de que a veces está limpiando un azucarero, la típica tarea que nadie ve pero que es necesaria, y se siente invisible, pequeña y poco poderosa. ¿Qué has aprendido de tu madre? ¡Tantas cosas! Me ha enseñado a quejarme. La queja puede ser constructiva, no necesariamente tiene que ser algo negativo. En España se dice mucho eso de "¿qué tal estás? Muy bien, no puedo quejarme". Gordi, puedes quejarte. De hecho, ¡debes quejarte!
«LA SITUACIÓN DE SER MUJER, TRABAJAR Y LLEVAR UNA FAMILIA ES CASI IMPOSIBLE
QUE NO TE VENZA CADA DÍA»