Mas Alla Monografico (Connecor)
Estudio anatómico
Los anatomistas empezaron a interesarse en aquel lienzo denominado Sábana
Santa. Notaron comó se muestra correctamente ubicados los lugares de la crucifixión, los clavos, lejos de estar en los lugares
(las palmas de las manos) que la imaginería y arte representaba lo hacía por el denominado “espacio de Destot”, un conjunto de hueso cercano a la muñeca y que tendrían la consistencia para aguantar el peso del crucificado, las palmas de las manos no las tenían, se rajarían.
Asimismo, los pies habían sido perforados por un solo clavo. Recibió 120 latigazos al modo romano provocando múltiples heridas. Los verdugos fueron dos, un diestro y un zurdo, y habían sido muy cuidadosos de no golpear el corazón. El típico flagelo romano tenía dos pesas en las puntas de cada una de sus tres correas y había provocado múltiples desgarros en la piel.
Además tenía restos de un casquete de espinas, el cual tuvo que provocarle muchas heridas por lo punzante del arbusto espinoso con el que había sido “confeccionado”. También se le había golpeado severamente en la nariz y mostraba otros golpes en el cuerpo.
Por último: un lanzazo en el costado al modo romano, entre la quinta y sexta costilla, que había perforado el pulmón y posteriormente el corazón, manando de él sangre y líquido pleural que es, curiosamente, narrado por un evangelista como San Juan en su Evangelio.