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Ovnis en la Biblia

- Texto y fotos: José Manuel García Bautista

¿Qué le sucedió a Ezequiel? ¿Qué eran los carros de fuegos? ¿Quiénes eran los Elohim? Son algunas de las muchas preguntas que nos asaltan cuando leemos determinad­os textos contenidos en la BIBLIA. Algunos expertos hablan de relatos idealizado­s, otros de VISITANTES venidos de otros mundos en épocas remotas, otros de una VISIÓN RELIGIOSA y, sin embargo, pocas son las respuestas que obtenemos y muchas las dudas sembradas...

La Iglesia tampoco se ha pronunciad­o con respecto a todos esos textos confusos, a lo sumo los han tildado de textos fervorosos. Bienes cierto que tampoco se le puede pedir demasiado a los cronistas de la época, no tenían los conocimien­tos que poseemos en la actualidad y, por lo tanto, sus descripcio­nes tampoco se pueden ajustar a nuestros patrones o descripcio­nes actuales, lo harían – en todo caso – en función de sus conocimien­tos en base a la comparació­n con aquello que conocían o a lo que se les asemejada en su época.

Los ufólogos, aquellas personas que investigan el fenómeno OVNI, han creado paralelism­os que son más que sorprenden­tes en base a los testimonio­s y relatos de aquellos que han tenido experienci­as con los No Identifica­dos.

Así, aquellos cronistas de hace siglos, o milenios, recurrían alas explicacio­nes sobrenatur­al eso a los dioses para tratar de comprender aquello que no podían explicar, así era común –y es común– leer en

las escrituras y asociados a todas estas descripcio­nes palabras para explicarlo­s como: dioses, ángeles, demonios, torbellino, carro de fuego, nube, rueda llameante, luces...

Con todo ello lo mejor es que repasemos todos esos textos que nos llenan de dudas y que sea usted, amigo lector el que juzgue con su mejor criterio:

* Génesis 12,1-3: “Dijo Yahvé a Abraham: Vete de tu tierra, y de tu patria, y de la casa de tu padre, a la tierra que yo te mostraré. De ti haré una nación grande y te bendeciré”. Esto se realizaría en el llamado Éxodo cuando miles de personas iniciaron un peregrinar hasta la “tierra prometida” vagando “40 años” por el desierto de Arabia.

¿yahvé iba en una nave espacial?

*Éxodo 13,21-22: “E iba Yahvé al frente de ellos, de día en una columna de nube para guiarlos en el camino y de noche en una columna de fuego para alumbrarlo­s”.

Si se compara con los tex tos ufológicos de la actualidad, resultará par ticularmen­te similar a los No Identifica­dos en forma de nube – cuando no son realmente eso: nubes– como “efecto camuflaje”. Yahvé iría en una nave descrita como una columna, muy parecida a las llamadas “naves nodrizas” o “cilindros” de nuestro época, de la cual saldrían potentes focos de luz.

*Éxodo 14,19-20: “Se levantó el Ángel de Yahvé que marchaba al frente del ejército de Israel, y se puso detrás de ellos. Se le

Si se compara los textos bíblicos con los TEXTOS

UFOLÓGICOS de la actualidad, resultará particular­mente similar a los No Identifica­dos en forma de nube, que presentan una especie de “efecto camuflaje”. Yahvé iría, entonces, en una nave descrita como una columna, muy parecida a las llamadas “naves nodrizas”.

vantó también la columna de nube de delante de ellos y se colocó a la espalda, intercalán­dose así entre el campamento de los egipcios y el campamento de los israelíes. Era nube y tinieblas (por una parte), y (por la otra) iluminaba la noche, de modo que no pudieron acercarse aquellos a estos en toda la noche”.

En este pasaje se describe el momento en el que dos objetos guían al pueblo de Israel e incluso lo protege. Una con forma de columna y otra en forma de disco... Una en vanguardia y otra en retaguardi­a, como si de una disposició­n militar en escolta se tratara. Estas luces y misterioso­s objetos protegiero­n a los judíos del avance y ataque egipcio.

* Éxodo 24,15-18: “Subió Moisés al monte, y la nube cubrió el monte. La gloria de Yahvé reposó sobre el monte Sinaí y la nube lo cubrió por seis días. Al sétimo día, llamo Yahvé a Moisés de en medio de la nube. La gloria de Yahvé aparecía a la vista de los hijos de Israel como fuego devorador sobre la cumbre del monte. Moisés entró en la nube y subió al monte. Y permaneció Moisés en el monte cuarenta días y cuarenta noches”.

En este pasaje se describe cómo algo, una nave, se posa sobre el Monte Sinaí, desciende sobre él e incrementa la luz que emite. Moisés accedió a la nace y fue transpor tado hasta la cumbre del Monte, donde permaneció por un largo período de tiempo.

¿relaciones sexuales entre extraterre­stres y mujeres terrestres?

* Génesis 6,1- 4: “Cuando los hombres comenzaron a multiplica­rse sobre la Tierra y les nacieron hijas, y vieron los hijos de Dios que las hijas de los hombres eran hermosas, tomaron de entre todas ellas por mujeres l as que l es agradaron. Entonces dijo Yahvé: ‘ No permanecer­á para siempre mi espíritu en el hombre, a causa de su delito; no es más que carne, y serán sus días ciento veinte años’. En aquellos días había gigantes en la tierra, y también después, cuando los hijos de Dios se llevaron a las hijas de los hombres y ellas les dieron hijos. Estos son los héroes, los varones famosos de la antigüedad”.

Aquí podemos hablar de un contacto íntimo entre los “ángeles” y las hijas de los hombres, de esa unión sexual, tal y como describe el relato, nacieron los gigantes, los “nephilim”.

¿un arma nuclear cae sobre sodoma y gomorra?

* Génesis 19,24-28: “Entonces Yahvé hizo llover sobre Sodoma y sobre Gomorra azufre y fuego que venía de Yahvé, desde el cielo. Y

destruyó aquellas ciudades, y toda la llanura con todos los habitantes de las ciudades, hasta las plantas del suelo. Mas la mujer de Lot miró atrás y se convir tió en estatua de sal. Se levantó Abraham muy de mañana y se fue al lugar donde había estado en pie delante de Yahvé. Miró hacia Sodoma y Gomorra, y hacia toda la región de la llanura, y vio que de aquella tierra subía humo, como el humo de un horno”.

Exper tos y miembros de la Junta de Energía Atómica – en su día– de EE.UU. analizaron este relato y creyeron ver en él la descripció­n de una explosión atómica que destruyó estas ciudades pecadoras. La bola de fuego, la mujer de Lot convertida en ceniza y no en sal... Pero en la zona donde se cree que se hallaban Sodoma y Gomorra se han descubiert­o esferas cristalina­s y el suelo cristaliza­do... Ello indica una gran cantidad de calor generado al instante en el que estalló la bomba atómica en el desierto de White Sands, en Álamogordo... ¿casualidad?

El “azufre y fuego” es la descripció­n más simple para describir la devastació­n y el caos atómico.

¿yahvé usaba la telepatía?

* I de los Reyes 3,6 -7: “Yahvé llamó otra vez: ‘¡Samuel!’. Se levantó Samuel, fue donde Heli y dijo: ‘Aquí me tienes, pues me has llamado’. Más el respondió: ‘No te he llamado, hijo mío; vuelve a acostarte’. Samuel no conocía aún a Yahvé y todavía no le había sido revelada palabra alguna de él”.

En este pasaje se pone de manifiesto el contacto telépatico –¿o imaginario?– entre Samuel y Yáhve.

el profeta elías y el ovni

* IV de los Reyes 2,11-12: “Mientras seguían andando y hablando, he aquí que un carro de

LOS EXPERTOS creyeron ver en el relato de Sodoma y Gomorra la descripció­n de una explosión atómica que destruyó estas ciudades pecadoras. La bola de fuego, la mujer de Lot... indican una gran cantidad de calor generado al instante.

fuego y caballos de fuego separaron al uno del otro y subió Elías en un torbellino al cielo. Eliseo miraba y clamaba: ‘¡Padre mío, padre mío, carro de Israel y su caballería!’. Y no lo vio más”.

¿Un carro de fuego y caballos de fuego? La descripció­n es sobre algo que se desplaza por el cielo, y que emitía humo o fuego –¿toberas?– y que generaba a su paso un torbellino... ¿No recuerda al paso de un reactor F-14, por ejemplo? No podían explicarlo de otra forma salvo así y su medio de tiro eran los caballos... Una descripció­n en base a lo que conocían.

el encuentro del profeta daniel con un ser ¿extraterre­stre?

* Daniel 10,4- 6: “El día 24 del primer mes, estando yo a la orilla del gran río, el Tigris, alcé mis ojos y miré, y vi a un varón vestido de lino blanco y ceñidos los lomos de oro de Ufaz. Su rostro parecía un relámpago, sus ojos eran como antorchas de fuego, sus brazos y sus pies tenían el brillo de bronce bruñido y el rumor de sus palabras era parecido al estruendo de un gran gentío”.

Desde un punto de vista ufológico Daniel vio un humanoide, una criatura extraña o una persona enfundada en un extraño traje. Su voz era confusa, como se describen ahora los contactos en la 4ª Fase.

el profeta ezequial y la nave espacial

* Ezequiel 1,15-27: “Y sucedió que el año 30, el día 5 del cuarto mes, estando yo en medio de los cautivos, junto al río Cobar, se abrieron los cielos, y tuve visiones de parte de Dios. En el día 5 del mes, en el año V de la deportació­n del rey Jeconías, llegó la palabra de Yahvé a Ezequiel, hijo de Buzí, en la tierra de los caldeos, junto al río Cobar; y fue allí sobre él la mano de Yahvé. Miré, y vi cómo venía del norte un torbellino, una gran nube y un fuego que se revolvía dentro de sí mismo. Alrededor de ello había un resplandor y, en su centro, algo semejante a un metal brillante que salía del medio del fuego. En el medio había la f igura de cuatro seres vivientes, cuyo aspecto era este: tenían semejanza de hombre y cada uno tenía cuatro aspectos y cada uno cuatro alas. Sus pies eran rectos, y la planta de sus pies era como la planta del toro; y brillaban como bronce bruñido. Por debajo de las alas, a los cuatro lados, salían brazos de hombres, todos cuatro tenían el mismo semblante y las mismas alas, que se tocaban las del uno con las del otro. Al moverse no se volvían para atrás, sino que cada uno iba cara adelante. Su semblante era este: de hombre por delante, tenían también, cada uno de los cuatro, de león a la derecha, de toro a la izquierda los cuatro y de águila atrás. Sus alas estaban desplegada­s hacia lo alto; cada cual tenía dos alas que se juntaban con las del otro, y dos de cada uno cubrían su cuerpo. Todos marchaban de frente, adonde los llevaba el espíritu allí andaban, sin volverse para atrás. Había entre los vivientes fuego como de brasas, encendidas como antorchas, que discurrían por entre ellos, del fuego salían rayos. Los vivientes iban y venían como el relámpago. Y mirando a los vivientes, descubrí junto a cada uno de ellos una rueda que tocaba la tierra. Las ruedas parecían de turquesa, eran todas iguales, y cada una dispuesta como si hubiese una rueda dentro de otra rueda. Cuando avanzaban marchaban hacia los cuatro lados, y no se volvían al caminar. Sus llantas eran muy altas y causaban espanto; pues las llantas estaban todo en derredor llenas de ojos. Al ir los vivientes,

giraban junto a ellos las ruedas, y cuando se alzaban de la tierra los vivientes, se alzaban también las ruedas. Hacia donde los llevaba el espíritu a marchar, marchaban, y las ruedas se alzaban a la vez con ellos, porque tenían las ruedas espíritu de vida. Cuando iban ellos, iban las ruedas; cuando ellos se paraban, se paraban ellas, y cuando se alzaban de la tierra, se alzaban porque había en las ruedas espíritu de vida. Sobre la cabeza de los vivientes había una semejanza de firmamento, como de cristal deslumbran­te, que se extendía por encima de sus cabezas. Y por debajo del firmamento estaban extendidas sus alas, una frente a la otra, cada uno tenía dos por un lado y por el otro; las cuales les cubrían el cuerpo. Oía el ruido de las alas como ruido de río caudaloso, como voz del Todopodero­so, cuando marchaban, como estruendo de campamento; cuando se detenían plegaban las alas. Y una voz salía del firmamento que estaba sobre sus cabezas. Al pararse ellos plegaron sus alas. Sobre el firmamento que estaba sobre sus cabezas había una piedra de apariencia de zafiro a modo de trono, y sobre la semejanza del trono, en lo alto, una figura semejante a un hombre que se erguía sobre él. Y de lo que él aparecía de cintura arriba, era como el fulgor de un metal resplandec­iente y de cintura abajo, como el resplandor del fuego y todo en derredor suyo resplandec­ía. El resplandor que lo rodeaba todo en torno era como el arco que aparece en las nubes en día de lluvia. Esta era la apariencia de la imagen de la gloria de Yahvé. A tal vista caí rostro a tierra, pero oí la voz de uno que hablaba...”.

Los estudiosos sobre este pasaje nos dicen tex tualmente sobre él: “En el versículo 1, es muy posible que el profeta se hallase solo junto al río Cobar. Cuando Ezequiel refiere que los cielos se abrieron, no se refiere a que se separaran materialme­nte. Aquí hay que entender que lo que se abre es la fe de Ezequiel al ver que del cielo surgía una manifestac­ión sobrenatur­al para él. En el versículo 3, al decir que fue sobre él la mano de Yahvé se debe de estar refiriendo a una fuer te impresión, a una violenta conmoción interna de Ezequiel a la vista de aquel increíble prodigio. En el versículo 4, resulta una extraordin­aria descripció­n que hace el profeta Ezequiel de una nave girando sobre sí misma, menciona claramente ‘que se revolvía dentro sí misma’. Da detalle, además, del intenso resplandor que emitía el ar tefacto, así como también hace mención del material que estaba hecha la nave, menciona sobre un metal brillante que lograba verse en medio del resplandor. En el versículo 5, Ezequiel, como cualquier ciudadano de su época, no había

tenido en su vida ocasión de ver un aparato automático. Imaginémos­lo pues viendo un aparato del que, sin mediar intervenci­ón humana alguna, surgen de repente cuatro artefactos (tren de aterrizaje). Al desplegars­e estos, el profeta cree ver, inevitable­mente, seres animados, seres vivos, que se mueven por sí solos, y al adoptar estos la forma ver tical, que es la que se asume el hombre, los compara con animales de forma vagamente humana”.

Por otra par te, Ezequiel conoce únicamente la tracción animal para cualquier tipo rudimentar­io de vehículo. Al interpreta­r la visión que tuvo como vehículo de Yahvé, como carro de Yahvé, el tren de aterrizaje se convier te automática­mente para él en los animales que tiran del carro. En el versículo 7, se dice literalmen­te que sus pies eran rectos, lo cual viene a confirmar que las patas eran de tipo telescópic­o, terminando en la par te inferior en tubo (pueden ser comparadas con las patas del tren de aterrizaje del módulo lunar de la cápsula Apolo). También se nos dice que la planta del pie era como la del pie de un toro. ¿No son acaso estos elementos cier tamente mecánicos? En el versículo 9, se nos dice que los animales no se volvían cuando caminaban, lo cual es lógico si lo consideram­os como piezas integrante­s de un todo que se mueve precisamen­te por unidad global, y no por piezas individual­es.

En el versículo 11, se describe la forma aerodinámi­ca de la nave y la estruc tura del fuselaje en la par te más ancha. En el versículo 13, habla de algo semejante a brasas encendidas como antorchas, que discurrían entre los vivientes (par te inferior de la nave). Aquí se pueden interpreta­r luces en continuo movimiento, o bien cabe pensar en la tobera del motor en descenso y frenado.

En el versículo 16, Ezequiel encuentra una expresión insólitame­nte exacta, al describir el aspecto “como de rueda que está dentro de otra rueda”. Los cambios de rotación y dirección se efectúan en las cuatro ruedas simultánea­mente. Deben producir la impresión de que estaba obedeciend­o órdenes. Es por ello muy natural que Ezequiel confunda, por decirlo así, causa y efecto; ve seres vivientes que se mueven, y a su lado las ruedas siguiendo simplement­e su movimiento. Esta manera de funcionar correspond­e a las ruedas que él conoce. El que la propia rueda pudiese pro - porcionar el impulso para el movimiento, era en su época desconocid­o. En l os versículos 18-19, Ezequiel se refiere a las ruedas, sabemos qué cada “llanta” gira sobre sí misma, mientras que la rueda lo hace como un todo. Un tipo de diseño de rueda es la inclusión de discos motrices para el giro par ticular de las llantas. Los “ojos” en estas hacen aún más patente el movimiento rotatorio y resaltan la autonomía mutua de los movimiento­s. El sincronism­o de diversos movimiento­s rotatorios es desconcer tante e impenetrab­le para quienes ignoran la técnica. Produce la impresión paradójica de que una rueda se compone de más de una. En el versículo 20, Ezequiel nos dice que el mismo espíritu, o sea l a misma inteligenc­ia, que hacía despegar el tren de aterrizaje movía también las ruedas. Lo cual es lógico, si pensamos en una tripulació­n que maneja el aparato.

En el versículo 22, nos encontramo­s con la descripció­n más i mportante de todo el conjunto, l a “caja” propiament­e dicha de l a “nave”: un gran cuerpo esférico o semiesféri­co asentado sobre l as alas extendidas y posado en tierra por medio de cuatro patas. En el versículo 24, en cuanto al ruido que se oye cuando las alas se ponen en movimiento, correspond­e al zumbido que produce la maquinaria existente en la nave cuando esta se pone en movimiento, y es normal que deje de producir ruido y cese de moverse en el instante mismo en que el aparato se detiene.

En el versículo 25-26, se trata posiblemen­te de la escotilla superior de la nave, de la que el tripulante, iluminado desde la par te inferior por el resplandor que sale del interior de la cabina.

En el versículo 27, Ezequiel encuentra una situación comprometi­da al no saber cómo conjugar y explicar al mundo la figura de un ser tan “humano” en medio de lo que debería ser una manifestac­ión extremadam­ente sobrenatur­al. Y en el último versículo comprobamo­s que la voz de Yahvé se reduce a “la voz de uno que habla”. La voz de un tripulante de la nave”. El estudio es toda una demostraci­ón de análisis, comparació­n e influencia ufológica.

¿jonás es capturado dentro de un ovni?

* Jonás 2,1: “Entonces Yahvé hizo venir un pez grande para que se tragara a Jonás; y estuvo Jonás en las entrañas del pez tres días y tres noches”. Este extraño “pez” ha sido visto por los ufólogos como un OSNI, un Objeto Subma

rino No Identifica­do... Una nave que habría tomado a Jonás y llevado con él al fondo marino, donde permaneció por un espacio limitado de tiempo retenido.

el contacto extraterre­stre de josé a través de los sueños

* Mateo 1,20 -21: “Más mientras andaba con ese pensamient­o, he aquí que un ángel del señor se le apareció en sueños y le dijo: ‘José, hijo de David, no temas recibir a María tu esposa, porque su concepción es del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo y le pondrás por nombre Jesús, porque Él salvará a su pueblo de sus pecados’”.

Se pone de manifiesto un contacto a través de los sueños o una experienci­a de dormitorio (VdD: visitantes de dormitorio) entre José y un “ángel”. En el transcurso del mismo se le da a conocer los acontecimi­entos futuros...

el ovni de los tres reyes magos

* Mateo 2,1-2,2-10: “Cuando hubo nacido Jesús en Belén de Judea, en tiempos del rey Herodes, unos magos del Oriente llegaron a Jerusalén, y preguntaro­n: ‘¿Dónde está el rey de los judíos que ha nacido? Porque hemos visto su estrella en el Oriente y venimos a adorarlo’. Con estas palabras, se pusieron en marcha, y he aquí que la estrella, que habían visto en el Oriente, iba delante de ellos, hasta que llegando se detuvo encima del lugar donde estaba el niño. Al ver de nuevo la estrella experiment­aron un gozo muy grande”.

Es difícil saber qué fue la estrella de Belén, se cree que fue una triple conjunción de Júpiter en Piscis, muy luminosa, pero ello no puede explicar la función de guía que hace la estrella incluso “esperando” a los Magos de Oriente... Se descarta que fuera un cometa, un fenómeno astronómic­o que no fuera el expuesto... Si no fue nada de ello...¿qué fue? Tal vez la explicació­n impensable sea la más razonable...

¿contacto extraterre­stre de san juan?

* Apocalipsi­s 1,10 -11: “Me halle en espíritu en el día del Señor, y oí detrás de mí una voz fuerte como de trompeta, que decía: ‘Lo que vas a ver escríbelo en un libro, y envíalo a las siete iglesias conocidas – a Efeso, a Esmirna, a Pergano, a Tiatira, a Sardes, a Filader fia y a Laodicea–’”.

Se describe un nuevo contacto entre hombres y seres sobrenatur­ales... Juan escuchó a un extraño ser con un raro timbre de voz... Le pide a Juan que escriba lo que va a ver y a vivir y que lo difunda...

Quizá sea otra forma de analizar los tex tos bíblicos, acer tada o no, pero las analogías son más que evidentes con los testimonio­s que se describen actualment­e sobre hechos ufológicos de contacto.

Con la salvedad que estos mensajes habrían sido traídos por estos seres a nuestra antigüedad y hoy son contemplad­o como hechos fantasioso­s, deformados o fer vorosos por la or todoxia científ ica.

LA BIBLIA pone de manifiesto un contacto extraterre­stre a través de los sueños o una experienci­a de dormitorio (visitantes de dormitorio) entre José y un “ángel”.

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 ??  ?? Moisés en el Monte Sinaí.
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Mujer de Lot, convertida en sal.
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Captura de Jonás.
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