Mas Alla Monografico (Connecor)
¿LA TUMBA DE CRISTO?
En muchas ocasiones desde distintos sectores del mundo científico y académico se ha afirmado que realmente no existen datos que den auténtica fe de que algunos de los lugares concretos, enclaves fundamentales del mapa turístico cristiano (como la iglesia de la Natividad en belén o la del Santo Sepulcro en Jerusalén), guarden realmente una relación verdadera con Jesús. Se ha afirmado que incluso no sean más que un fraude. Pero otras voces y descubrimientos, lo ponen en duda, y han tratado de dar un paso más en estas investigaciones.
Uno de estos hallazgos se produjo hace poco más de un año, en octubre de 2016, cuando, al parecer, quedó al descubierto la tumba en la que supuestamente yació Jesucristo después de destaparla por primera vez en siglos. En este caso, los investigadores de la Universidad Técnica Nacional de Atenas afirman haber encontrado intacta la cama sepulcral labrada en roca caliza de Cristo, al retirar la losa de mármol que sellaba el sitio más sagrado del cristianismo y retirar el material de relleno con el que fue cubierto en 1555, o quizá antes, para evitar el posible expolio del enclave.
Para arqueólogos como Dan Barat experto en la realización de excavaciones en Jerusalén, aunque no podamos afirmar con total seguridad que se trata del Santo Sepulcro y la tumba de Jesús, tampoco tenemos una razón para rechazar por norma la autenticidad del lugar. Al parecer y según recogen distintas fuentes históricas, el emperador Adriano fue el primero en erigir un templo sobre la tumba de Jesús, en un sitio que los cristianos veneraban desde hacía años, como forma de reconocer el poder de la religión. Después demolió el templo por orden de Constantino para construir una basílica que se ha visto intervenida en distintos momentos de su historia. Durante el siglo XX y tras varios trabajos en la zona se han descubierto restos del templo de Adriano y muros originales de la construcción de Constantino. Desde que fue reconstruida tras un incendio en 1810, estos trabajos de restauración en el Edículo son los más recientes.
Pero a pesar de los indicios para unos y las vaguedades para otros, ¿realmente hay argumentos de peso para afirmar que se trata de la verdadera tumba de Jesucristo?