Mas Alla Monografico (Connecor)
ECM, ¿una puerta a otras dimensiones?
¿UNA PUERTA A OTRAS DIMENSIONES?
Las investigaciones que, actualmente, se están llevando a cabo en torno a las EXPERIENCIAS CERCANAS A LA MUERTE (ECM) nos están ofreciendo un paisaje novedoso y hasta ahora inexplorado de la conciencia humana y de nuestro mundo físico. Quizá, la mente es capaz de viajar a otras dimensiones, sobre las que la nueva física lleva décadas especulando. ¿Acaso se avecina un NUEVO PARADIGMA CIENTÍFICO que tiene más en cuenta las capacidades insólitas de nuestra mente y la existencia de fenómenos que desafían las leyes hasta ahora conocidas de la física?
2 0-10-2016. Claudia M. Moctezuma y un servidor nos dirigimos con gran expectación a la Universidad de Murcia. Habíamos concertado esa mañana una entrevista con Cristina Lázaro Pérez, doctora en antropología social y licenciada en psicología. ¿Las razones? Ser autora de la primera tesis doctoral realizada en España sobre las ECM (Experiencias Cercanas a la Muerte). Su trabajo llevó por título: La conciencia en el umbral del tránsito: Experiencias Cercanas a la Muerte. Tuvo el honor de que su tesis, que rebasa el medio millar de páginas, fuese codirigida por el doctor Raymond Moody, uno de los máximos especialistas en la materia.
Según la doctora Lázaro, el 99% de las personas que experimentan una ECM pierde el temor a la muerte. “A partir de la misma creen que hay algo después de la muerte. Algo que no pueden explicar, que es inefable, pues a todos les cuesta mucho trabajo explicar qué es lo que han vivido, porque no tienen nada con qué compararlo”, señala nuestra entrevistada. El cambio que experimentan es brutal. No vuelven a ser las mismas personas. Toman conciencia de que han vislumbrado otra realidad que nada tiene que ver con nuestro mundo cotidiano. Han entrado, incluso, en contacto con seres espirituales. Y esto lo han experimentado no solo creyentes, sino agnósticos, ateos y personas con una visión científica del mundo. Las ECM, además, no solo se producen en nuestro contexto judeocristiano occidental. “La experiencia es la misma en todas las culturas y en todas las religiones. Lo único que cambia es la interpretación que se hace. Por ejemplo, si una persona protagoniza una ECM en la que ve a un ser de luz, dependiendo de su religión, lo identificará de manera distinta: como Mahoma, como Buda, como Jesús...”, explica la doctora Lázaro, cuyas investigaciones las ha llevado a cabo, preferentemente, en el Hospital Reina Sofía de Murcia.
También ha podido constatar que tras la ECM, los protagonistas suelen experimentar un despertar de la conciencia y un desarrollo de ciertas capacidades mediúmnicas o parapsicológicas. Es como si un resorte psíquico se hubiese activado al entrar en conexión con esa otra realidad transpersonal. “Muchos de ellos, después de vivir la ECM, han desarrollado determinadas facultades relacionadas con la premonición y la clarividencia, y algunos hasta poderes de sanación. Es como si hubieran regresado con un don que no tenían. Parto de la idea de que en las ECM hay una expansión de la conciencia”, señala.
Entre sus conclusiones, destaca que “las ECM nos muestran que la conciencia es algo más que estar despiertos, que probablemente no resida en un órgano físico y que trasciende todo límite humano”.
Expansión de la conciencia
El extraordinario trabajo efectuado por la doctora Lázaro, que debería motivar a la comunidad científica española para ahondar en el estudio académico de las ECM, nos plantea un trascendente interrogante: ¿Es posible que nuestra conciencia sea capaz de traspasar los límites físicos del cerebro
para acceder a otros niveles de la realidad o dimensiones extrafísicas? Es evidente que no podemos concluir, pese a los sorprendentes testimonios sobre ECM que hemos recogido muchos investigadores de los fenómenos anómalos, que estos sucesos prueban la existencia de vida tras la muerte. Pero de lo que no hay duda es de que esas experiencias, transformadoras para sus protagonistas, se producen en el umbral entre nuestra dimensión y otros planos de existencia. Y coinciden, asimismo, con las visiones que se producen en un contexto místico o aquellas que están motivadas por la ingesta de ciertas sustancias alucinógenas. Es como si, bajo un estado modificado de conciencia, lográsemos penetrar en dimensiones que están más allá del reino de lo visible.
Afortunadamente, la ciencia actual se está adentrando, aunque con enorme prudencia, en terrenos inhóspitos que hace décadas rechazaba a priori. Un ejemplo es el estudio de los fenómenos parapsicológicos llevados a cabo en el ámbito universitario. Una de las figuras más destacadas en este sentido es el doctor Charles Tart, alguien que durante más de cincuenta años ha examinado, desde la psicología transpersonal y la parapsicología, la enigmática naturaleza de la conciencia –y sus estados alterados–. En su recomendable ensayo El fin del materialismo. Parapsicología, ciencia y espiritualidad (2013), expone las numerosas investigaciones que le han conducido a considerar la nada desdeñable posibilidad de que nuestra mente, como se aprecia en las ECM, trascienda las barreras del habitáculo cerebral y se adentre en otros niveles parafísicos. “Por más que habitualmente la mente se halle inmersa en el funcionamiento del cerebro y el cuerpo, posee una dimensión espiritual y transpersonal que trasciende lo estrictamente físico”, aclara.
Tanto en la experiencia extracorporal (EEC) como en la ECM, el sujeto siente con plena lucidez que está fuera de su cuerpo físico. Su conciencia se ha expandido. Sin duda, son experiencias que desafían nuestra visión material del mundo. El paradigma científico vigente rechaza que algo así pueda suceder y relega tales vivencias anómalas al terreno de las alucinaciones.
Sin embargo, la cuestión es mucho más compleja y no podemos despacharla con tanta ligereza. Eso sería caer en el cientificismo. Como bien señala el doctor Tart, los datos acumulados durante casi un siglo de investigación parapsicológica, empleando con objetividad la metodología científica, nos lleva a sostener la idea de que la mente es algo más que el cuerpo físico. “La realidad de esos fenómenos psi nos obliga a expandir nuestra visión desde un mundo exclusivamente material hasta otro en el que la mente tiene una realidad independiente o casi independiente, y es capaz de hacer cosas que transcienden los límites físicos ordinarios”, manifiesta.
OtrAs reAlidAdes
Lo que más me llama la atención de estos testimonios es su coherencia y fiabilidad. Esas personas no ganan nada relatando algo así. Saben que, por el contrario, pueden ser ridiculizadas o tomadas por visionarias. Han vivido algo extraordinario, impactante, que ha repercutido enormemente en sus vidas, afectando a las creencias y al modo