Entrevista a... ...Javier Martínez-Pinna
Libros, cine, DVD, música, conferencias, etc.
“La mitología nazi se construyó sobre pilares filosóficos y esotéricos”.
Adolf Hitler fue visto por su seguidores como un mesías más que como un dictador. ¿De dónde nacía la fuerza ideológica de su partido para conseguir el beneplácito de tantos alemanes? El último libro de Javier Martínez-pinna, Los orígenes ocultos del Tercer Reich, parece tener la clave.
–Ya está a la venta tu último libro, Los orígenes ocultos del Tercer Reich, editado por la editorial Guante Blanco dentro de la colección El Círculo del Misterio. En este libro llama la atención tu interés por llevar el origen ideológico del nazismo a fechas muy anteriores al ascenso de Hitler a la Cancillería del Reich. –Sí, porque cada vez resulta más obvio el hecho de que el nazismo no fue un movimiento que naciese, simplemente, como consecuencia de la delicada situación que atraviesa Alemania después de la Primera Guerra Mundial. Recordemos que tras este conflicto el país se ve sometido a las injustas condiciones que se le imponen en el Tratado de Versalles y que le hunden en una grave crisis política y económica que será perfectamente aprovechada por Hitler para ganarse el favor de los alemanes e imponer su régimen de terror. Por encima de estos factores coyunturales, en Los orígenes ocultos del Tercer Reich me centro en analizar los pilares filosóficos y esotéricos sobre los que se construyó la mitología nazi, y que, en buena medida, están relacionados con el triunfo del nacionalismo pangermanista de tiempos del Káiser Guillermo.
–¿Cómo es posible que en un país como Alemania, en el que solo unos años antes se habían formulado teorías como las de Einstein o Max Planck, triunfase una ideología como el nazismo?
–No es fácil de entender. Tal como dice Karen Armstrong, la pérdida de influencia en las sociedades europeas del hecho religioso después de la Revolución Francesa, trajo consigo el triunfo del nacionalismo y el culto a la nación-estado. De esta manera, la noción de patria habría ocupado la que tenía Dios. De forma muy parecida se pronuncia Óscar Fábrega en el prólogo de Los orígenes ocultos del Tercer Reich, cuando asegura que la propuesta radical del nazismo, rellenó el hueco emocional que no habían sido capaces de cubrir las ideologías materialistas. Esto es algo que todos deberíamos de tener muy en cuenta, especialmente en estos tiempos convulsos en los que vivimos, con nacionalismos excluyentes que están detrás de lo que está ocurriendo en EE.UU., en donde vemos la recuperación de conceptos tales como el America First, en Gran Bretaña con el Brexit e incluso en lugares aún más cercanos a nosotros.
–En el libro observamos que una buena parte de los que consideras precursores ideológicos del nazismo no son alemanes.
–Sí, porque durante el siglo XIX aparecen toda una serie de autores defensores de delirantes teorías raciales que nada tenían que ver con la realidad y no todos fueron alemanes. Uno de estos precursores fue un aristócrata francés llamado Arthur Gobineau, defensor de la necesidad de que las clases dirigentes francesas estuviesen integradas por arios para imponer su voluntad sobre las razas menos válidas. En Inglaterra tenemos a Benjamin Kidd, un sociólogo autor de Social Evolution, en la que se defiende el militarismo y la cultura de la guerra para ensalzar las virtudes de la raza blanca, mientras que en el 1880 Francis Galton habla de la necesidad de mejorar la raza mediante la cría selectiva. Por encima de todos, yo destacaría, en cambio, la influencia de un pensador británico nacionalizado alemán Houston Stewart Chamberlain, autor de Los fundamentos del siglo XIX, que defiende la conveniencia de conservar los valores de la cultura alemana a partir de una decidida lucha contra todos los elementos extraños a ella. A partir de una interpretación totalmente nacionalista de la historia, Chamberlain identificó a todos los grandes personajes históricos como supuestos miembros de la raza aria. En su obra, por otra parte, advierte sobre la necesidad de liberar a la cultura alemana de la perniciosa influencia que el cristianismo habría tenido sobre la raza germana, y esto es algo que después fue asumido por jerarcas del nazismo como Himmler.
–Esto nos lleva a otro aspecto, un tanto polémico, que también se desarrolla en el libro. ¿Cuál fue la relación entre la ideología nazi y el cristianismo? –El estudio de la relación entre el nazismo y el cristianismo ha generado un gran debate en el que, en más ocasiones de las deseadas, se han llegado a todo tipo de conclusiones motivadas por planteamientos puramente ideológicos. Es por este motivo por el que se ha llegado a considerar a Hitler como un fiel seguidor de antiguas religiones paganas, como un ateo o como un acérrimo cristiano. Lo que yo intento en Los orígenes ocultos del Tercer Reich es centrarme en el estudio de las fuentes y en los hechos biográficos de un personaje como Hitler que nunca quiso expresarse púbicamente sobre su propia religiosidad. En términos generales, la mayor parte de los individuos que durante algún tipo sus vidas convivieron con Hitler aseguran que empezó a sentirse desde muy joven atraído por el mundo de las sagas y los mitos germánicos, mientras que la mayor parte de los historiadores llaman la atención en el interés de los principales dirigentes del nazismo en sustituir a las religiones mayoritarias de Alemania por un nuevo sistema de creencias basadas en la ideología nazi, aunque a partir de un proceso de sincretismo religioso que es perfectamente visible en estos años.
LOS ORÍGENES OCULTOS DEL TERCER REICH
2{4<: Javier Martínez-pinna 9:|4<|28: Guante Blanco, 2018. 100 págs. Rústica.
9;|<: 10,95 €.