ESPAÑA TEMPLARIA: ERMITA DE SAN BARTOLOMÉ (SORIA)
La carretera que serpentea hasta la ermita de San Bartolomé, en la provincia de Soria, desciende antes por el desfiladero de verticales murallones que el agua ha cincelado en el Cañón del río Lobos. Luego, el horizonte de franjas azul, gris y verde desemboca en un valle, que repliega una cortina en piedra que las aguas parecen haber horadado para dar cobijo a un modesto templete. Es la ermita de San Bartolomé de Ucero, construida en el primer cuarto del siglo XIII, uno de l os enclaves que más ríos de tinta ha generado en la li teratura más heterodoxa sobre l a España templaria.
De su estilo románico – en cuyos detalles ya se anticipa una transición al gótico ( protogótico)–, se ha destacado l o siguiente: La planta de su base está construida en forma de cruz latina, como si evocara el escudo de l os Templarios. Los canecillos con representaciones de cabezas antropomorfas, que decoran el pórtico, se han interpretado como símbolos que camuflan conocimientos de sabiduría hermética. Sus rosetones orientados hacia la salida y el ocaso del sol parecen evocar la existencia previa de un antiguo templo pagano. Todos estos elementos – y otros que el viajero deberá descubrir–, se han hilvanado como un mensaje que se camufla en el diseño del templo y que fue dejada a propósito por sus constructores, a l os que la li teratura heterodoxa vincula con l a Orden de l os Templarios. Por si no fuera suficiente, l os ventanales con forma de estrella invertida de cinco puntas han i nspirado explicaciones mágico- esotéricas, sin percatarse de que su forma l obulada sugiere más bien que se trata de un diseño de influencia árabe.
No hay documentos que atestigüen que la ermita de San Bartolomé sir viera de oratorio para la mítica orden militar; y son los entusiastas de la historia alternativa e i conoclasta l os que rebuscan en su arquitectura para encontrar el símbolo definitivo que demuestre que estamos ante un lugar sagrado de poder. ¿ Será usted quien encuentre esa señal?
LA ERMITA DE SAN BARTOLOMÉ DE UCERO, construida en el primer cuarto del siglo XIII, es uno de los enclaves que más ríos de tinta ha generado en la literatura más heterodoxa sobre la España templaria.