ESPAÑA GRIÁLICA: LA RUTA DEL GRIAL (HUESCA, VALENCIA, LEÓN)
Mientras el film La Úl(ma Cruzada (1989) de Indiana Jones lo situaba en lejanas (erras, la tradición más ates(guada ubica en España el objeto de poder más célebre de todos los (empos: el Santo Grial. Por si no fuera suficiente, son varias ciudades las que reivindican custodiar la reliquia más importante del cris(anismo.
En San Juan de la Peña (Huesca), aseguran que, tras un largo periplo por la provincia, el Santo Cáliz llegó hasta su monasterio bien entrada la segunda mitad del siglo XII. Es una leyenda la que insiste que fue san Lorenzo –al que se le atribuye origen oscense‐, el que huyó de Roma con el Grial en plena persecución contra los cris(anos. Como no hay ningún documento que así lo corrobore, deberá ser una pequeña dosis de fe -alimentada por grandes caudales de fantasía-, la que nos permita emprender esta ruta griálica acariciando la idea de estar emulando a Indiana Jones en su úl(ma cruzada.
A la catedral de Valencia se asegura que llegó el Cáliz durante la primera mitad del siglo XV. A punto de extraviarse durante la Guerra Civil (1936‐1939), cuando las milicias de una facción trataron de apoderarse de él para venderlo al extranjero, regresó de nuevo a su actual capilla. Aunque no estuviera en la Santa Cena, solamente por las vicisitudes que acompañan a la historia reciente de esta reliquia, merece la pena visitarse.
Como si se tratara de una crónica de esa España profunda retratada por Berlanga, también en León afirman custodiar su propio Grial. Se trata del Cáliz de doña Urraca – la misma que calzó espuelas al Cid‐, a la que un reciente interés por conver (rla en reclamo turís(co ha terminado iden(ficándola nada menos que con el Santo Cáliz de la Úl(ma Cena. La copa se conserva en la Colegiata de San Isidoro, en el interior de una urna de cristal blindado donde no se le permite hacer fotograqas y bajo estrictas medidas de seguridad. ¿Alguien se atreve a robarla?