Resilencia
Cómo SER UNA PERSONA OPTIMISTA Y CENTRADA EN EL PRESENTE
La persona resilente se caracteriza por estar centrada en el aquí y e ahora. Da igual los errores que se hayn cometido en el pasado, lo que importa es no volver a caer en ellos. Y para ello no hay nada mejor que practicar los dios principios básicos de la Resilencia y ver la vida desde un punto de vista totalmente optimista.
Cualquier persona se ve sometida a lo largo de la vida a diferentes adversidades profesionales y personales que tiene que superar para lograr sus metas en los diferentes ámbitos. No en vano, hoy en día, existen multitud de problemas en la sociedad que nos afectan e impiden poder seguir nuestro día a día con normalidad. Conocemos a personas que consiguen salir del paso con cierta facilidad, y sabemos de otras que no tienen esa capacidad y parece que se atascan en las dificultades y encuentran muchos obstáculos para superarlas o no llegan a conseguirlo.
¿Qué caracteriza a unos seres humanos y a otros para que existan estas diferencias? ¿Se trata de una habilidad que algunas personas poseen y otras no? Nos encontramos ante el concepto de resiliencia como capacidad que permite a determinadas personas superar las adversidades, recuperarse y seguir adelante, mejor adaptados al medio, con nuevas capacidades y destrezas.
“La resiliencia dota a las personas de cualidades elásticas, flexibles y de capacidad de adaptación. Según Garmezy, existen tres factores principales que influyen en la resiliencia: el temperamento y los atributos de personalidad, la familia de donde cada uno proviene y la disponibilidad de apoyo social. Es importante señalar que, en casos de personas resilientes, puede que no haya una familia que preste apoyo y afecto como sería de esperar, pero puede haber otras personas en el entorno de crecimiento (un profesor, un entrenador, un profesional de un servicio…) que realicen esa función de apoyo y afecto que le sirva a la persona que vive la situación de riesgo, y le permita adaptarse positivamente y salir con éxito de ese sufrimiento”, afirma la psicóloga y coach Catalina Fuster, de ASESCO.
CLAVES DE LAS PERSONAS RESILIENTES
Para Catalina Fuster, Las personas resilientes tienen una serie de características comunes a todas ellas:
• Personas optimistas y con capacidad de empatía, centradas en el presente.
• Capaces de plantearse un objetivo, una misión en su vida y hacer lo posible para llegar a ello, desde el autoconocimiento y la convicción de que la vida es evolución y mejora.
• Actúan con determinación y la perseverancia, imprescindibles para insistir una y mil veces cuando las cosas no salen como un espera, ni a la primera, ni a quinta vez que se intenta.
• Personas enfocadas al aprendizaje, no se cansan de aprender cosas nuevas y de mejorar con ello, de manera que entienden sus errores y aprenden de ellos.
• Cuidan su autoestima, aprenden a valorar sus logros, sus avances y a sentirse bien con ello.
• Evitan el juicio a los demás y a sí mismas. Cada personas es ella misma y sus circunstancias, con lo cual, el juicio solo se convierte en una limitación y en un lastre que frena cualquier avance personal y que alimenta la culpa.
•Trabajan por tener una mente abierta y flexible que permita enfoques nuevos ante situaciones diversas.
•Se permiten ser creativas y buscan nuevas soluciones a problemas repetidos porque esto les permite crecer y desarrollarse.
• Buscan entornos positivos y también personas que tengan esa visión del mundo y de las cosas.
• Buscan ayuda y apoyo en los demás cuando lo necesitan, sin sentirse incapaces, más bien entienden que esta ayuda les permitirá mejorar y desarrollar nuevas capacidades.
• Incorporan el humor a las circunstancias que les rodean, aprenden a encontrar el lado divertido de las cosas y a dedicar tiempo a pasarlo bien.
La persona RESILENTE se caracteriza por estar centrada en el aquí y el ahora. Da igual los errores que se hayan cometido en el pasado, lo que importa es no volver a hacerlos. Y para ello no hay nada mejor que practicar con estos principios básicos y ver la vida desde un punto de vista totalmente OPTIMISTA.
AL ALCANCE DE TODOS
Pero no solo esta capacidad de superación se puede conseguir de forma innata, ya que la mayoría de estas habilidades se pueden entrenar y conseguir mejorarlas, o dicho de otro modo, podemos aprender a ser personas resilientes. Y es que podemos trabajar nuestra actitud para ser optimistas y buscar las salidas o soluciones, al igual que podemos entrenar la empatía y, por supuesto, la perseverancia y la determinación. No es imposible aprender a cuidar de nuestra autoestima, y aprender a ocuparnos de ella para que nos sirva positivamente en nuestros objetivos vitales.
CLAVES PARA TRABAJAR LA RESILENCIA
David Gómez, coach de ASESCO, facilita 10 claves para trabajar la resilencia:
1. Trabajar la aceptación del momento presente. Trabajando la mente y viviendo el momento. Es importante no tener apego emocional y vivir las cosas de forma más objetiva.
2. Trabajar la flexibilidad, la mente abierta. Ser capaz de adaptarnos en cada momento a lo que estamos viviendo, y adaptarnos sin drama.
3. Autoconocimiento. Las personas que se conocen más a sí mismas, son más capaces de conseguir diseñar objetivos más realistas en su vida, sabiendo sus herramientas de superación.
4. Autoconfianza y valoración de uno mismo. La gente con mayor autoestima, está más preparada para la superación.
5. Aprendizaje: Todo lo que vivimos lo podemos ver como un gran aprendizaje.
6. No juzgar. Las personas más resilientes son las que no se juzgan.
7. Desarrollo de nuevas soluciones ante situaciones adversas. Fortaleciendo la creatividad. Oportunidades para cambiar.
8. Diversión. Reírse de uno mismo y de la vida es una de las calves para la superación.
9. Rodearse de gente positiva. El ambiente es muy importante para no hundirse ante los problemas.
10. La perseverancia. Una persona con resiliencia sabe que las metas se consiguen con perseverancia y trabajo.
“Podemos hacer de nosotros y nosotras personas resilientes, capaces de ser como un nenúfar (o como la flor de Loto), esa bella planta que crece en estanques y pantanos, o lo que es lo mismo, que saca belleza de entre el barro y el lodo; a pesar de que mantiene sus raíces en ese fondo, sale a la superficie con bonitos colores y un aspecto hermoso. Sin duda, un bonito ejemplo de transformación que tiene raíces en aguas oscuras y emerge a la luz con esplendor”, concluye Catalina Fuster.