pág. 92 Época de transición.
Junio será uno de esos meses que yo suelo calificar como “de transición”, ya que se tratará de un período que se le podría definir desde el punto de vista astrológico como de “perfil bajo”: es decir, no aparecen importantes aspectos o configuraciones planetarias de primer nivel. Tal vez el más destacado será el trígono entre los planetas espirituales –Júpiter y Neptuno–, que en estos días no será exacto, pero que continuará ejerciendo su influjo y sin duda atrayendo una disposición general armoniosa y positiva. A diferencia de la mayoría de ocasiones, esta vez percibiremos cómo parece que el bien tiende a triunfar sobre el mal y como las cosas quieren arreglarse y tomar un camino más positivo.
Naturalmente se tratará de una tendencia bastante sutil y entremezclada con un gran número de adversidades y dificultades que irán apareciendo por el camino. Y es que, si por un lado, recibiremos el halo benéfico de Júpiter y Neptuno, por otro nos enfrentaremos a algunos aspectos adversos de Saturno, sobre todo hacia final de mes, que causarán múltiples dificultades y emociones negativas. Este sería el caso de un paralelo de oposición Sol-saturno, el día 3; y luego a final de mes un paralelo de Marte y Saturno, el día 26; y una oposición entre Sol y Saturno, el día 27. En general, la segunda mitad de junio será más difícil o dolorosa que la primera. El Sol transitará por Géminis favoreciendo las relaciones y comunicaciones a todos los niveles, y también les dará un mayor brillo o fortuna a nativos de este signo, como el presidente norteamericano Donald Trump o el chino Xi Jinping, que podrían mostrarse especialmente activos en estos días. También Marte transitará por otro signo aéreo, en este caso Acuario, propiciando que lo racional y el lado más humano imperen sobre los ciegos instintos y el lado más fiero o animal.
Por todo ello, y a pesar del influjo adverso de Saturno, este podría ser un buen mes, en el que la razón y el entendimiento se impongan sobre impulsos irracionales y destructivos. También el magnífico influjo de Júpiter en armonía con Neptuno flotará en el ambiente y propiciará que se produzcan notables acontecimientos de carácter religioso o espiritual, o relacionados con las figuras más notables e importantes del ámbito espiritual y religioso a nivel mundial.