Alimentación y redes sociales
Los consejos de los influencers.
Las nuevas tecnologías van ganando terreno a pasos agigantados. Forman parte de nuestro día a día y cada vez es más habitual que las personas que nos rodean, desde familiares a amigos o compañeros de trabajo, nos hablen de redes sociales, tendencias, contenidos virales o influencers. Para muchos, la red supone una forma de vida y de interacción con el resto del mundo. Por ello, hemos de ser cuidadosos con el contenido que decidimos ver y compartir a través de internet.
Esto es algo que saben muy bien las marcas. Por eso, colaboran con los ya mencionados influencers para que sus productos sean vistos y lleguen a más personas. Una medida cada vez más extendida y que en países como España carece de regulación. Las empresas eligen a qué influencers quieren como imagen de sus productos dependiendo del contenido que esa persona suba a sus redes, su público objetivo, su número de seguidores y sus tarifas.
Pero, ¿cuál es el público de estos influencers? Los seguidores de uno a otro varían, dependiendo principalmente del contenido que suban a sus redes, pero un rasgo común es la juventud. Aunque algunos influencers, espe- cialmente algunas, se han convertido en personajes públicos que interesan a una audiencia más amplia, la gran mayoría son seguidos por usuarios que no superan los 30 años de edad, principalmente adolescentes.
Toma de decisiones
Así, tenemos a las marcas, que actualmente invierten una media del 30% de su presupuesto para publicidad en este tipo de publicaciones; una regulación inexistente, que evita que podamos saber si una publicación está pagada o no por una marca; unos influencers con aparentes vidas de ensueño a las que se desea aspirar; y un montón de followers considerados “influenciables”. Y ahí está el problema.
Marcas de alcohol, refrescos, comida rápida o ultraprocesados eligen a estos líderes de las redes sociales para promocionar sus productos. ¿Su target? Jóvenes que, en muchas ocasiones, buscan copiar el estilo de vida de sus ídolos y que siguen sus pasos sin reparar en las consecuencias. Es decir, personas que viven de su imagen venden la posibilidad de combinar sus físicos cuidados con bebidas hiperazucaradas o comida basura.
Una decisión totalmente válida por parte de los influencers. No obstante, como dicen en la película Spiderman: “Un gran poder conlleva una gran responsabilidad”. El hecho de tener seguidores, en algunos casos muy jóvenes y verdaderamente influenciables, debería hacer recapacitar a algunos de estos influencers a la
marcas de alcohol, refrescos o ultraprocesados eligen a estos líderes de las redes sociales para promocionar sus productos. Personas que viven de su imagen VENDEN la Posibilidad de Combinar sus Físicos Cuidados con bebidas hiperazucaradas o comida basura.
hora de decidir qué contenido suben a sus redes y cómo lo hacen.
Los otros influencers
Sin embargo, no toda la esperanza está perdida. El filón de las redes sociales puede ser aprovechado también en beneficio del conocimiento. Así lo han visto algunos especialistas en materias como nutrición y entrenamiento deportivo. Personas que también se han visto respaldadas por una fuerte comunidad de seguidores que han extendido su mensaje.
Nutricionistas, médicos, deportistas de alto rendimiento, autores... Muchos son los que comparten conocimiento a través de redes como Instagram para llegar a todo tipo de público. Ejemplo de ello es Saul Craviotto, piragüista, medallista olímpico y ganador del concurso Masterchef. Al igual que sus entrenamientos y momentos familiares, Craviotto comparte con sus 187.000 seguidores en esta red social algunas de las recetas saludables que prepara él mismo. Además, su pareja también tiene un perfil en Instagram, @thefitbowl, en el que enseña recetas rápidas y sanas.
Pero no es el único. El nutricionista Carlos Ríos acumula más de 350.000 seguidores en Instagram y todas sus publicaciones giran en torno a una dieta equilibrada. Para ello, no solo ofrece recetas o ideas para un menú saludable. En su perfil podemos observar cómo distinguir un alimento sano, lo que él llama real food, de uno ultraprocesado; así como listas con alimentos de marca blanca que podemos encontrar en las principales cadenas de supermercados de España que encajan con un estilo de vida saludable.
Otro ejemplo es el de Gabriela Ugarte, con una comunidad de casi 200.000 personas, muestra a través de sus fotos recetas y menús completos para toda la semana. Además, advierte a sus seguidores de la publicidad engañosa que contienen los packs de algunos productos y desmiente falsos mitos, como explicar la cantidad real de azúcar que tiene una conocida marca de refrescos que se vende como “sana”.
Y como ellos, muchos más, que desde el conocimiento de la importancia que tiene para la salud llevar una alimentación correcta han decidido seguir adelante con este proyecto en las redes sociales. Y gracias a ello, muchos usuarios conocen ahora mejor lo que comen.
Aunque, en los casos mencionados estemos hablando de expertos; no hay que olvidar que los influencers más seguidos en España tiene un público muy joven y muy fiel detrás, que anhela su estilo de vida. Por ello, tratar de no influir negativamente a sus seguidores, en cuanto a alimentación se refiere, sería un paso adelante para mejorar los hábitos de muchos adolescentes.
El nutricionista Carlos ríos acumula más de 350.000 seguidores en instagram y todas sus publicaciones giran en torno a una dieta equilibrada. En su perfil podemos observar cómo distinguir un alimento sano, lo que él llama “real food”, de uno ultraprocesado.