¿CURIOSA COINCIDENCIA?
Edgar Cayce nació y vivió en Hopkinsville ( EE. UU.) hasta 1902. Lo curioso es que diez años después de su muerte, durante la noche del 21 de agosto de 1955, se produjo allí un hecho sorprendente que ha pasado a formar parte del amplio catálogo de encuentros en l a Tercera Fase con humanoides supuestamente extraterrestres. Se trata del famoso encuentro de Kelly- Hopkinsville, protagonizado por doce personas (cinco adultos y cinco niños) que aseguraron haber sufrido el ataque de un grupo de entre doce y quince seres pequeños y plateados, con l os ojos amarillos y las orejas exageradamente grandes, en la granja Sutton, ubicada cerca de las ciudades de Kelly y Hopkinsville.
Los afectados fueron a pedir ayuda a la policía de Hopkinsville y contaron que durante varias horas había repelido a tiros el ataque de aquellos humanoides, aunque las balas no parecían causarles ningún daño. Varios agentes l ocales, así como varios policías estatales y algunos militares, se desplazaron hasta la granja. No encontraron nada, excepto la evidencia de que allí se había producido un tiroteo. Los investigadores más escépticos han planteado que se trataba de búhos reales, y que l os testigos fueron víctimas de una especie de histeria colectiva. Otros, en cambio, destacan la duración del suceso y el número de i mplicados como argumentos a favor de un fenómeno inexplicable. Además, aquella noche se avistaron varios meteoritos cayendo por la zona.
Por otro lado, como señala el reconocido ufólogo José Antonio Caravaca, “lo más irritante de la descripción y dibujos de ambas familias, es que dichas criaturas tienen sorprendentes y reveladores paralelismos con los seres elementales descritos desde hace siglos en diversas partes del mundo”.
Si bien Cayce no profundizó demasiado en la posibilidad de que hubiese vida en otras partes del Universo, sí que dejó breves pinceladas en algunas de sus l ecturas. En alguna ocasión habló de la “gente del Universo” (28116) y de “aquellos que nos estaban visitando desde otros mundos o planetas” (1616-1).