La curiosidad
El imponente Castillo de Edimburgo, levantado sobre una roca de origen volcánico, en casi sus mil años de existencia, cumplió fines militares gran parte de estos, cosa que ha hecho que decenas (hay quienes cuentan centenas) de presos allí encarcelados sigan apareciendo siglos más tarde, como los franceses apresados durante la Guerra de los / años o los prisioneros coloniales de la Guerra Revolucionaria Americana.
Dos fantasmas destacados de la guerra, aunque anónimos, son el de un gaitero y el de un baterista sin cabeza, que continúan con su música aun cuando la batalla cesó siglos atrás. El último fue visto por primera vez en 1650.
Si en Cape Town se menciona un perro negro que hace el amago de atacar, en el emplazamiento escocés hay uno más amigable por el cementerio destinado para estos animales.
También, como en otros castillos de este artículo, la brujería hizo mella. En este caso, Janet Douglas, Lady Glamis, quien fue condenada y quemada en la explanada del Castillo de Edimburgo el 17 de julio de 1537. Pero este fantasma se aparece, a su vez, en Angus, más precisamente a su hogar, el Castillo de Glamis.