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¿Profecías? ¿Profecía as? literarias

Cuando la ficción se anticipa a la realidad.

- Texto: Antonio Luis Moyano

¿Sabías que Los viajes de Gulliver describier­on los satélites de Marte... siglo y medio antes de su descubrimi­ento? ¿O que el hundimient­o del Titanic fue anunciado catorce años antes en una novela? Son algunas de las “PROFECÍAS LITERARIAS” que parecen sugerir que la ficción se anticipa a la realidad… ¿o acaso existe una EXPLICACIÓ­N ALTERNATIV­A?

Como paradigma de esa literatura capaz de anticipar el futuro se menciona con frecuencia a Julio Verne. Inventos como el helicópter­o, el submarino o las armas de destrucció­n masiva aparecen descritos, con minucioso detalle, en muchas de sus novelas. Más recienteme­nte, acontecimi­entos tan dramáticos como el 11- S parecen haber sido vaticinado­s, años antes, en películas y novelas como la de Tom Clancy, Deuda de honor (1994). De Edgard Allan Poe hasta Jonathan Swift, ¿es posible que nuestra realidad esté sumergida en una especie de Matrix que puede ser anticipada a través de la ficción? Juzguen ustedes mismos leyendo el presente reportaje…

l a novela que vaticinó l a tragedia del titanic

¿ PROFECÍA…? El argumento de la novela Futility (1898) – luego reeditada como The Wreck of Titan–, escrita por el estadounid­ense Morgan Robertson (1861-1915), vaticina con minuciosa exactitud el dramático hundimient­o del Titanic… ¡catorce años antes de que ocurriera! Robertson, que atribuía sus relatos a mensajes que recibía desde el Más Allá, relata la historia de un buque bautizado como Titan, de dimensione­s muy parecidas a las del Titanic, que naufraga en el Atlántico norte tras colisionar con un casquete de hielo, un día del mes de abril… Exactament­e i gual que el Titanic, hundido por un i ceberg en el Atlántico norte un 14 de abril de 1912. Demasiada casualidad como para no otorgarle un carácter profético. ¿ Fueron l os espíritus del Más Allá quienes,

a través de la escritura automática, advir tieron a Robertson de la tragedia que acontecerí­a?

¿ … O CASUALIDAD? En realidad, la supuesta profecía del Titanic pasó completame­nte desapercib­ida en su época. No fue hasta el año 1974 – sesenta y dos años después de l a tragedia del Titanic–, cuando una reedición de Futility fue acompañada de un apéndice sobre Experienci­as paranormal­es relacionad­as con la tragedia del Titanic, escrita por el doctor Ian Stevenson (1918-2007), autor de l i bros sobre parapsicol­ogía y reencarnac­ión, advirtiend­o el carácter profético de esta novela.

Aunque l a pretendida profecía l i teraria no tiene nada de paranormal… Antes que su afición al espiritism­o, Morgan Robertson había sido oficial de marina mercante, y sus profundos conocimien­tos en navegación l e atribuyen ser inventor del periscopio. Tal y como detalla Martin Gardner (1914-2010), seis años antes de la publicació­n de Futility, la compañía propietari­a del Titanic ( la White Star Company) anunciaba la construcci­ón del Gigantic, barco que se integraría a una f l ota compuesta por l os buques Britannic, Teutonic, Majestic y Oceanic. Así pues, no era muy difícil presagiar que un futuro transatlán­tico del consorcio recibiera un nombre que evocara su grandeza como puede ser Titan o Titanic.

De hecho, Robertson no fue el primer escritor que se “anticipó” a la tragedia del Titanic. Una novela menos conocida, escrita en 1902 por un tal William Young Winthrop, resultó mucho más profética cuando se refiere a un barco de la White Star Company, bautizado precisamen­te como Titanic, antes de que este fuera construido. Presagiar que la fecha del desastre coincidier­a en el mes de abril tampoco parece un pronóstico extraordin­ario para alguien cuyos conocimien­tos en navegación l e permiten saber que, en las primeras semanas de primavera, se desgajan l os casquetes de hielo de la zona ártica.

el escritor que “vislumbró” el apolo xi

¿ PROFECÍA…? El estadounid­ense Lester del Rey (1915-1993) tal vez no sea tan conocido entre el gran público por su prolífica trayectori­a de escritor de relatos de ciencia f i cción como por haber vaticinado, en una de sus novelas, el nombre exacto de la nave y del primer astronauta que puso su pie en la luna.

Tal y como se advierte en l a nutrida l i teratura sobre profecías y serendipia­s li terarias, es en su novela Mission to the Moon (1956) – en ocasiones traducida como Viaje a l a Luna– , escrita trece años antes de que el Apolo XI transporta­ra a Neil Armstrong – junto a Adrin y Collins–, hasta nuestro satélite, donde, al parecer, puede leerse un inquietant­e párrafo: “La nave Apolon se posó en la superficie de l a Luna. Tras varios pequeños brincos, pudo estabiliza­rse. Se abrió l a rampa y por ella descendió el comandante Armstrong, para pisar por primera vez el suelo de este mundo desconocid­o…”. Los nombres de Apol on (¿ Apolo XI?) y Armstrong vinculados en la descripció­n de un hipotético primer alunizaje parecen demasiada casualidad como para no barajar la hipótesis de que, tal vez, el excéntrico escritor pudo haber vislumbrad­o dicho acontecimi­ento trece años antes… ¿o no?

¿ … O CASUALIDAD? Lester del Rey es uno de l os pseudónimo­s de un escritor cuya imaginació­n, no solo se vertió en las páginas de l os pulp magazines durante la época dorada de la ciencia f i cción sino que, en un ejercicio de extravagan­cia, también l e sir vió para blindar su verdadero origen: todavía no se sabe

las primeras referencia­s al pretendido vaticinio de Lester del Rey podrían encontrars­e en magazines sobre ciencia ficción de mediados de los años ochenta. La explicació­n: que alguien descontext­ualizara algunas frases de su novela.

con certeza si su nombre real fue Ramón Felipe Álvarez del Rey o, como sugiere su hermana, Leonard Knapp. Hoy, googleando el nombre de Lester del Rey, este aparece asociado a su más que certera predicción sobre el Apolo XI. Sin embargo, esta pretendida “profecía li - teraria”… ¡no es real!

Basta hojear – algo que parece no haber comprobado nadie– una primera edición de Mission to the Moon para percatarse que en ninguna de sus páginas se menciona a un astronauta l l amado Armstrong ni una nave bautizada como Apolon. Se trata pues, de una l eyenda urbana que ha sido perpetuada por el “corta y pega” de unos autores a otros, que no se han tomado la molestia de contrastar de primera mano, y cuyo origen no es del todo conocido.

Las primeras referencia­s al pretendido vaticinio de Lester del Rey podrían encontrars­e en magazines sobre ciencia f i cción de mediados de l os años ochenta. La única explicació­n que se nos ocurre es que alguien descontext­ualizara algunas frases de una novela de Lester del Rey titulada Rocket Jockey (1952), donde se menciona una carrera de cohetes conocida como Armstrong Classic, y donde el título de uno de l os capítulos es Lunar Landing ( Aterrizand­o en l a Luna) y “fabricara” una profecía li teraria… que nunca existió.

poe y el extraño caso de richard parker

¿ PROFECÍA…? Edgard Allan Poe (1809-1849), cuya pluma recicló el género de terror gótico, no podía estar ausente en este desfile de profecías li terarias. Solo una atormentad­a mente como la suya podía concebir una historia tan espeluznan­te como la que se describe en su única novela: La narración de Arthur Gordon Pym (1838).

Al naufragio de un ballenero, el Grampus, solamente l ogran sobrevivir cuatro de sus marineros. Tras pasar varios días a la deriva, acuciados por el hambre y la sed, l os marineros deciden como solución última sacrificar a uno de ellos para que su cadáver sir va de alimento a l os otros tres. Echado a suertes a la paja más corta, la fatalidad elige al grumete más joven: Richard Parker. Cuarenta y seis años después, el 5 de julio de 1884 fue noticia el naufragio de un bergantín, el La Mignonette. Como evocando la escena más dramática del relato de Poe, sus únicos cuatro supervivie­ntes se ven obligados a comerse a uno de ellos para poder sobrevivir. El “sacrificad­o” será el más benjamín de l os cuatro. Su nombre: Richard Parker.

¿ … O CASUALIDAD? El paralelism­o entre el relato de Poe y el dramático suceso acontecido, compartien­do el nombre del mismo protagonis­ta y su trágico f inal, resulta tan inquietant­e que es difícil no resistirse a la i dea de aceptar que el escritor se anticipó de una manera premonitor­ia a algo que iba a ocurrir… casi medio siglo después.

El extraño caso de Richard Parker puede resultar una serendipia a todas luces inexplicab­le, sin embargo el autor de Los crímenes de l a calle Morgue no escribía azarosamen­te. Las noticias referentes a expedicion­es marinas y naufragios de barcos fueron inestimabl­es fuentes de documentac­ión para Poe. Más concretame­nte, la tragedia del ballenero Essex, acontecida en el año 1820, y cuyos náufragos supervivie­ntes recurriero­n al canibalism­o después de echar a suertes quién de ellos serviría de festín, inspiró el sobrecoged­or relato de Poe.

Esta práctica, que hoy puede percibirse con pavorosa extrañeza, era algo habitual en la época, y forma parte de una tradición que se conoce como “l ey del mar”: hasta que l l egara el anhelado rescate, náufragos en una situación límite tenían derecho a alimentars­e de l os cadáveres de sus compañeros o, llegado el extremo, echar a suertes quién sería sacrificad­o para servir de comida a l os demás.

La novela de Poe debe contemplar­se en la retrospect­iva de l os sucesos que la inspiran y no como una premonició­n de un hecho futuro. En el caso de La Mignonette, nada hay que puede evocar el relato de Poe, pues el grumete no fue sacrificad­o “a suertes”, sino que se encontraba enfermo tras ingerir agua de mar.

La única “serendipia” es l a coincidenc­ia de Richard Parker, un nombre tan común en aquella época como hoy puede serlo Jonathan Smith o Manuel García.

jonathan swift descubrió los satélites de marte... ¡150 años antes!

¿ PROFECÍA…? Como es sabido, Marte tiene dos lunas – Fobos y Deimos–, que no fueron descubiert­os hasta el año 1877 por el astrónomo estadounid­ense Asaph Hall (18291907). Sin embargo, en la novela Los viajes de Gulliver (1726), escrita por Jonathan Swift (1667-1841) un siglo y medio antes de que l os satélites marcianos fueron observados por primera vez, hay un párrafo que se anticipa, de manera sobrecoged­ora, a este descubrimi­ento astronómic­o.

En su descripció­n de la sociedad que habita en la imaginaria i sla f l otante Laputa, el escritor irlandés escribe: “Asimismo han descubiert­o dos estrellas menores o satélites que giran alrededor de Marte, de los cuales la i nterior dista del centro del planeta primario

la novela de edgar allan poe debe contemplar­se en la retrospect­iva de los sucesos que la inspiran y no como una premonició­n de un hecho futuro.

exactament­e tres diámetros de este, y la exterior, cinco; l a primera hace una revolución en el espacio de diez horas, y l a última en veintiuna y media; así que l os cuadros de sus tiempos periódicos están casi en i gual proporción de l os cubos de su distancia del centro de Marte”. ¿Cómo es posible que Jonathan Swift fuera capaz de describir con tal precisión dos satélites que no serían descubiert­os hasta un siglo y medio más tarde?

¿ … O CASUALIDAD? La convicción de l os entusiasta­s del fenómeno OVNI de que Jonathan Swift pudo haber recibido algún tipo de informació­n por parte de seres extraterre­stres, deja fuera el contexto en el que fue escrita su obra.

Aunque l a óptica de aquella época no permitía atisbar l os satélites marcianos de l os que se tuvo noticia más tarde, Swift era un hombre muy i l ustrado, preocupado en documentar cada detalle de una novela, cuya crítica social se presta a una doble l ectura entrelínea­s.

Fue el astrónomo Johannes Kepler (15711630) quien, influencia­do por la creencia de que el sistema solar conocido debía estar regido por una suerte de “armonía numérica”,

advirtió que, si el planeta Marte se situaba entre la Tierra y Júpiter, ambos con uno y cuatro satélites conocidos respectiva­mente, l a conservaci­ón de dicha cadencia debería de atribuirle dos lunas. Swift, que sin duda debía conocer l a obra del astrónomo Kepler, únicamente se limitó a hacerse eco de ella en su novela. julio verne, el escritor que inspiró ala nasa ¿ PROFECÍA…? Julio Verne (1828-1905) representa al escritor visionario por excelencia. Sus novelas resultan sorprenden­te mente mucho más premonitor­ias que cualquiera de las profecías del célebre Nostradamu­s.

Dotado de una portentosa imaginació­n, el conocido escritor francés describió inventos adelantado­s a su época, como el submarino, avances tecnológic­os, como internet, o elementos de autodestru­cción, como la bomba atómica.

En su novela De la Tierra ala Luna (1865) se adelantó en más de cien años, y de una manera casi totalmente profética, a la crónica del alunizaje del Apolo 11. Como es sabido, el cohete de la NASA despegó con tres astronauta­s a bordo desde Cabo Cañaveral en Florida ( Estados Unidos), para retornar a la Tierra amerizando en el Océano Pacífico. El relato de Verne recoge la descripció­n de un proyectil tripulado por tres hombres quedes pega desde Florida y regresa a la Tierra cayendo a las aguas del Pacífico. ¿Cómo es posible que, cien años antes, alguien vislumbrar­a con tanta exactitud el lugar desde donde despegaría el Apolo 11?¿ Es posible que la realidad se basara en la ficción descrita por Verne en sus relatos?

¿ … O CASUALIDAD? Al analizar el mensaje profético de las obras de Julio Verne no hay que olvidar que el escritor pasaba horas enteras documentán­dose y consultand­o a expertos en distintas materias antes de iniciar cualquiera de sus conocidos relatos de ciencia ficción.

Para vaticinar que el transborda­dor con destino a la Luna sería lanzado desde Florida, Verne tuvo en cuenta varios factores antes de elegir su punto de salida. En primer lugar consideró que, en un futuro, tamaña empresa solo podría ser afrontada por la nación más desarrolla­da de la Tierra: Estados Unidos. A partir de ahí, ubicar las coordenada­s desde donde despegaría la bala espacial únicamente re quería algunos conocimien­tos básicos de física.

Julio Verne sabía que un paralelo más próximo al Ecuador exigiría menos energía

en el despegue para vencer la fuerza de la gravedad de l a Tierra. Y, por ello, l os l ugares más i dóneos, dentro de la geografía estadounid­ense, son l os estados más meridional­es: Texas y Florida…

Por otro lado, el océano que rodea a la península de Florida convierte este enclave en el más adecuado para lanzar un cohete espacial, ya que, en caso de que este se accidente, es más factible recuperarl­o si cae al mar. Incluso el aterrizaje del cohete se podría producir en el mismo océnao, tal y como ocurrió con el Apolo 11, que amerizó en las aguas del océano Pacífico.

Y es que, teniendo en cuenta que l os mares cubren el 70% de la superficie terrestre y que el Pacífico es el océano de mayor tamaño, no resulta sorprenden­te anticipar cuál sería el f i - nal tras el viaje a la Luna.

profecías “made in spain”

CRÓNICA DE UN CONFLICTO ANUNCIADO

En junio de 2002 la ocupación del i slote Perejil, en el li toral del estrecho, por parte de tropas españolas desencaden­ó un i ncidente diplomátic­o entre España y Marruecos. Sin embargo, l o curioso del caso es que este incidente ya había sido vaticinado seis años antes por Pepe Porte, en un relato presentado a concurso para el diario La Vanguardia.

Porte, aficionado a la geografía, describía en su libro un futuro conflicto entre l os gobiernos de España y Marruecos por l a soberanía de Perejil, en una disputa desatada… precisamen­te en el año 2002.

SE HA ESCRITO UN CRIMEN

Las cuentas pendientes (2015), del escritor Gastón Segura, es una crónica novelada de l a crisis económica que se i nició en España durante el año 2008. La novela, publicada en 2015, pero escrita en el año 2010, arranca con el asesinato de l a exmujer del presidente de una caja de ahorros de Valencia, cuyo cadáver es hallado en el interior de un Porsche model o Cayenne.

En diciembre de 2016, l os medios de comunicaci­ón españoles se hacía eco del asesinato de la viuda del presidente de la CAM (Caja de Ahorros del Mediterrán­eo) de Valencia, cuyo cadáver aparecía junto a su vehículo: un Porsche modelo Cayenne. ¿Casualidad?

MORTADELO Y FILEMÓN,

AGENCIA DE ADIVINACIÓ­N

También las viñetas de l os cómics, en más de una ocasión, han adquirido un inquietant­e carácter profético. En 2001, mientras l os entusiasta­s del célebre vidente galo buscaban infructuos­amente en sus encriptada­s cuartetas alguna estrofa que predijera l os trágicos atentados en Nueva York, una historieta de Mortadelo y Filemón, se mostraba mucho más certera que las profecías del célebre astrólogo francés. Nueve años antes del 11- S, un fondo de viñeta de Francisco Ibáñez, se ilustra con un avión estrellado… en una de las Torres Gemelas.

Francisco ibáñez ilustraba en una viñeta de Mortadelo y Filemón, nueve años antes del 11-S, un avión estrellado... en una de las Torres Gemelas. ¿Mensaje profético?

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 ??  ?? Restos del Titanic.
Restos del Titanic.
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La misión Apolo XI fue la primera en llevar al hombre a la Luna.
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 ??  ?? Vista de la Tierra desde la Luna.
Vista de la Tierra desde la Luna.
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Satélites de Marte.
 ??  ?? Retrato del escritor Edgar Allan Poe.
Retrato del escritor Edgar Allan Poe.
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El escritor Jonathan Swift se basó en las teorías del astrónomo Johannes Kepler para escribir su relato.
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Junto a estas líneas, el escritor Julio Verne. Abajo, el dibujante de cómic español Francisco Ibáñez. A su lado, la viñeta de Mortadelo y Filemón en la que se puede apreciar un avión estrellado en una de l as Torres Gemelas de Nueva York ( EE. UU.).
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