El legado de Salvador Freixedo
Adiós al padre de la conspiración ufológica.
Polémico y audaz, su discurso no dejó nunca a nadie indiferente. Ex jesuita, colgó los hábitos tras manifestar sus duras críticas contra la Iglesia. Pionero en las teorías de la conspiración, afirmaba que una AMENAZA se cernía sobre la raza humana: una INVASIÓN EXTRATERRESTRE. A sus afirmaciones sensacionalistas con respecto los OVNIS y la PARAPSICOLOGÍA se añade una biografía no ausente de episodios de intriga: ¿Sabías que fue considerado un elemento subversivo por las esferas del poder?
Se definió a sí mismo, no como un teólogo, sino como un hombre de acción, un “militante de base” que pretendía alzar su voz en representación de l os miles de personas que, “en la base del Pueblo de Dios, sin defender, ni interpretar, ni investigar, ni a veces comprender las estructuras, se limitan a padecerlas”. Es Salvador Freixedo Tabarés (1923-2019), uno de l os autores más influyentes en la reciente historia de la ufología, tanto de habla hispana como internacional, que empezara a escribirse desde mediados del pasado siglo XX, cuando el acrónimo OVNI (en inglés UFO) se asociara a la presencia en l os cielos de los bautizados “platillos volantes”. Más allá de la atribución de un origen extraterrestre al fenómeno OVNI, Freixedo prefirió dar un giro de tuerca más a través de l o que él denominó como Metaovnilogía…
MUCHO MÁS QUE CONTACTADOS
El discurso de la Metaovnilogía – criticado por la ufología más académica por encauzarse dentro de la conspiranoia y la pseudociencia– pretendía ir más allá de la simple encuesta de testimonios y avistamientos para exponer cuáles podían ser las implicaciones de la supuesta presencia de extraterrestres – cuyas intenciones no siempre son tan espirituales como cacarean l os “contactados”– en nuestro planeta. Pero antes de desgranar algunas de las claves de la corriente teórica que inauguró dentro de la Ufología, será necesario conocer las coordenadas en las que se desarrolló la biografía del siempre controvertido Salvador Freixedo…
Nacido un 23 de abril de 1923, en el seno de una familia acomodada (su padre trabajaba como notario) y de muy fuertes convicciones católicas en Carballiño (Orense) – aunque a l os cuatro años se trasladaría a la capital–, Salvador Freixedo cursó sus estudios primarios en colegios de monjas y salesianos para f inalizar el bachiller en el Colegio del Apóstol Santiago, perteneciente a l os jesuitas. En
El discurso de la METAOVNILOGÍA pretendía ir más allá de la simple encuesta de testimonios y avistamientos para exponer cuáles podían ser las implicaciones de la supuesta presencia extraterrestre.
aquella época, y desde enero de 1932, los jesuitas sufrían exilio en Portugal como consecuencia de un decreto – derogado en 1938 durante la Guerra Civil– con el que la República obligaba a la disolución de esta orden religiosa, así como al embargo de sus bienes.
Apenas cumplidos l os dieciséis años, en 1939 Freixedo inició su carrera eclesiástica ingresando en la Orden de l os Jesuitas. Según su propio currículum, cursó Humanidades en Palencia y Salamanca, estudió Filosofía y Teología en la Universidad de Comillas de Santander, y amplió su formación religiosa en California (Estados Unidos) y Québec (Canadá). Paralelamente estudió Psicología en la Universidad de California y en la Universidad católica privada de Fordham, dirigida por los jesuitas de Nueva York.
En 1953, cuando había cumplido treinta años, Freixedo fue ordenado sacerdote en la localidad de Comillas (Cantabria), aunque su actividad eclesiástica y docente había comenzado seis años antes en el continente americano.
Después de haber impartido clases de Historia de la Iglesia en el Seminario Interdiocesano de Santo Domingo (República Dominicana), ese mismo año, Freixedo desembarcó en Cuba, entonces bajo la dictadura militar de Fulgencio Batista (1901-1973). Fue precisamente en este contexto cuando el nombre de Salvador Freixedo abandonó su anonimato para convertirse en el de un personaje polémico, considerado subversivo para las altas esferas de poder…
¿VIGILADO POR FRANCO?
Durante sus primeros años en Cuba, Freixedo compaginó su actividad docente como profesor en el Colegio religioso de Belén de La Habana con su beligerancia en la lucha por las clases sociales más desfavorecidas a través de su militancia en la Juventud Obrera Católica ( JOC) – también conocido como movimiento jocista–, plataforma de la que es nombrado su vice- asesor nacional. En vísperas de la revolución cubana, que terminó por derrocar a Batista permitiendo el acceso
al poder a Fidel Castro, apareció un audaz y polémico opúsculo f irmado por Freixedo que llevaba por título Cuarenta casos de injusticia social: examen de conciencia para cristianos distraídos (1958); un texto que algunos han considerado precursor de la Teología de Liberación que todavía tardaría en surgir una década más tarde.
En este manifiesto – dedicado “exclusivamente a las clases superiores de la sociedad”–, Freixedo alzaba la voz denunciando la “doble moral” de la burguesía católica que, no teniendo inconveniente en donar grandes cantidades a actos de beneficencia, pretendía lavar así su conciencia por continuar manteniendo un sistema social que regateaba un salario justo para l os obreros. La salvación de Cuba, afirmaba el jesuita gallego, solo sería posible si la burguesía se convertía a un “verdadero catolicismo”.
Freixedo, que criticaba el silencio de la Iglesia frente a este estado de corrupción, no se mantenía al margen de la difícil situación económica que atravesaba Cuba bajo la dictadura de Batista y que había provocado el éxodo masivo de cubanos: “Pobre generación nueva, sangre joven de la patria, que tiene que huir de casa y mendigar lejos una colocación y un hogar. Cuba no es un país como para que sus hijos tengan que emigrar. Unos sesenta mil en los últimos años. Y no vale achacarlo solo a razones políticas; hace ya tiempo que los cubanos empezaron a irse de Cuba buscando trabajo y buscando la posibilidad de ser algo en la vida. Los hijos de Cuba tienen derecho a un mejor trato por parte de su patria y de los hermanos mayores que rigen su patria”.
Frente a esta situación de injusticia social, Freixedo proponía una estrategia revolucionaría; pasar del sentimiento religioso a la acción social: “Tenemos que ser valientes y admitir que hay que ir a una reestructuración de la sociedad y de la economía (…) A nuestro catolicismo le faltan muchas cosas: le falta sacrificio (…) le falta sensibilidad y coraje para hacer justicia a los hermanos que carecen de gracia santificante y de pan. Hemos reducido la Religión a un sentimiento de corazón”.
Ya por aquel entonces, Salvador Freixedo habría sido objeto de vigilancia por parte de funcionarios diplomáticos al servicio del general Francisco Franco (1892-1975), en el contexto de la amistosa relación – a pesar de la enemistad inicial– que el dictador mantenía con su
homónimo cubano Batista. En su libro Zona Rebelde: la diplomacia española ante la revolución cubana [1957-1960] (1997), el historiador Manuel de Paz Sánchez documenta el seguimiento del que Salvador Freixedo fue objeto por parte de las autoridades cubanas y españolas.
El entonces embajador español Alfredo Sánchez Bella (1916-1999), destinado en República Dominicana y vinculado a la siniestra organización Opus Dei, fue el encargado de elaborar un informe que, a modo de “expediente X”, informaba de las actividades de Freixedo al dictador Franco. Las autoridades españolas temían que su discurso, por su presumible acercamiento i deológico al proceso revolucionario, pudiera deteriorar las relaciones entre España y Cuba.
El embajador español destinado en República Dominicana fue el encargado de elaborar un informe sobre las actividades de FREIXEDO para Franco.
En dicho informe, del que da cuenta Paz Sánchez, se advierte de “una peligrosa y preocupante posición de simpatía hacia las principales f i guras opositoras del actual régimen” ante la sospecha de que “existan cándidos católicos que van a hacer el juego a la revolución, ofreciéndole inicialmente su respaldo moral que de otro modo no tendría, y siendo luego las primeras víctimas del impulso revolucionario que ellos, alegre, ingenua e impremeditadamente llevados de un vago e irreflexivo idealismo, han contribuido ingenuamente a crear”.
Estas suspicacias, alimentadas por Sánchez Bella debieron llegar a oídos de las autoridades cubanas, porque finalmente Freixedo fue “invitado” a abandonar la isla...
LA IGLESIA DUERME... Y FREIXEDO DESPIERTA
Ese mismo año de 1958, Freixedo era destinado a Puerto Rico. Durante poco más de una década, y a través de plataformas como la JOC o el PAC (Partido de Acción Cristiana), continuó manteniendo su compromiso social con las clases más desfavorecidas, lo que
le llevó a ejercer como capellán en centros penitenciarios para adolescentes y asistiendo a jóvenes toxicómanos en hospitales.
Esa misma actitud beligerante que, a través de su primer manifiesto, le valió su “expulsión” de Cuba no se aletargó durante su estancia en Puerto Rico cuando apareció un segundo escrito que acompañaba a un título tan polémico como Mi Iglesia duerme (1969). Freixedo abogaba por una teología menos anclada en dogmas y más implicada en la acción social: “Recordemos que el que redimió al mundo no fue un teólogo de oficio, sino que fue, por su elección, sencillamente carpintero. Una enorme verdad fácilmente olvidada: Cristo redimió al mundo, principalmente, con un serrucho y un martillo. Tres años de predicación y tres horas de Cruz no se pueden fácilmente equiparar a veinte años de taller anónimo (…). El profundo mensaje de Cristo para la vida humana normal, está encerrado no en la Cruz, sino en veinte años de taller entre martillos y tablas. No se ha hecho todavía la teología del sudor de Cristo”.
Mi Iglesia duerme – cuyas varias reediciones lo convirtieron en best seller– significó
todo un revulsivo para la sociedad portorriqueña. El apoyo social y mediático que Freixedo recibió contrasta con el rechazo frontal del estamento religioso. Y aunque el Prepósito de la Compañía, de Jesús Pedro Arrupe (1907-1991), también impulsor de una pastoral religiosa implicada con los más desfavorecidos y “desestabilizadora” para los estamentos más conservadores de la Iglesia, debió ofrecerle comprensión, en 1969 Freixedo decidió que lo mejor era “colgar los hábitos” y seguir su propio camino.
FENÓMENO OVNI
Tras una breve estancia en Venezuela – donde la aparición de un tercer libro Amor, sexo, noviazgo, matrimonio, hijos. Cinco realidades en evolución (1970) también despertó la hostilidad de las autoridades–, Freixedo emigró a
México, donde inició una nueva etapa en su vida, vinculada al interés y divulgación del fenómeno OVNI…
Aunque sus libros y conferencias solo pueden provocar el rechazo en un ámbito mínimamente académico, lo cierto es que las ideas de Freixedo han contribuido a abonar gran parte de las teorías conspiranoicas que hoy forman parte de la cultura popular. Tal y como, muy acertadamente, refiere el investigador Manuel Carballal en la publicación El Ojo Crítico: “Décadas antes de que los exopolíticos de moda supiesen nada sobre los Anunnaki, lustros antes de que David Icke pronunciase la palabra reptiliano, muchos años antes de que Carlos Castaneda se inventase a los seres inorgánicos… Freixedo fue el primero en conjeturar una cara B del contacto OVNI (…). Todos los demás son burdos imitadores, quizás más famosos y reconocidos, pero imitadores”.
Aunque sus teorías provocan rechazo en un ámbito académico, lo cierto es que las ideas de FREIXEDO han contribuido a abonar gran parte de las teorías conspiranoicas de la cultura popular.