La ciudad sagrada de Chichén Iztá es 400 años más antigua de lo que se creía
De acuerdo con los estudios realizados a los hallazgos de la cueva de Balamcanché, la ciudad sagrada de Chichén Itzá se fundó 400 años antes de lo que se había estimado en un primer momento.
Se ha llegado a esta conclusión gracias a las últimas pruebas que arroja la datación de los restos de carbón identificados en la caverna. Y es que estos no dejan lugar a dudas, ya que corresponderían al año 100 después de Cristo, lo que atrasaría irremediablemente la fecha en la que surgió esta ciudad sagrada. Por el momento, los expertos siguen realizando un nuevo estudio para asegurar la veracidad de estos resultados tan sorprendentes, que cambiarían irremediablemente la historia que conocemos
La sexualidad egipcia era culturalmente más abierta y tolerada que la del resto de pueblos de la Antigüedad. No en vano, los antiguos escritos cuentan cómo Osiris fue derrotado por su hermano, y las diversas partes de su anatomía esparcidas y recopiladas por Isis.
Esta obsesión también queda patente en las diferentes festividades que existían relacionadas con la procreación — como la celebración del nacimiento del dios Atum—. Tal vez, por ello, apareció la necesidad de desarrollar diferentes métodos anticonceptivos que permitieran controlar el índice de natalidad entre la población. No en vano, hacia el año 1850 a.c., se extendió una práctica un tanto sorprendente para nuestros días, que consistía en que las mujeres egipcias se introdujeran excremento de cocodrilo en su vagina, el cual contenía el esperma del varón e impedía la fecundación. Y es que el excremento del reptil del río Nilo es ligeramente alcalino como también lo son los anticonceptivos actuales.
Poco a poco los anticonceptivos fueron evolucionando y los egipcios pronto abandonaron las secas heces de los cocodrilos. En concreto el papiro de Ebers que data del 1550 a.c., así como el de Kahun, tres siglos antes, documentan cómo controlaban la natalidad en el Antiguo Egipto. Uno de los elementos que emplearon fue la miel. Con esta creaban una viscosa pasta que las mujeras se insertaban como si fuera un tampón actual.
Este tipo de prevenciones involucraba directamente a la mujer a diferencia del actual preservativo más generalizado en la sociedad, el cual se coloca directamente en el miembro viril del hombre. Sin embargo, el propósito era el mismo. De igual manera, la medicina egipcia respondió a la obsesión de la antigua civilización por controlar la natalidad y analizaban la orina de la mujer para saber si estaba o no embarazada, lo cual muestra el interés social del pueblo norafricano en relación al sexo.