TEORÍA DEL MITISMO
La egipcio ofrece demasiadas carencias y lagunas interpretativas como para ser aceptada por el consenso de estudiosos de los orígenes del cristianismo.
rente: el primero se desvaneció como una sombra, mientras que el segundo ascendió a los cielos–.
Estas y otras analogías que se detallan en los libros Jesús: 3.000 años antes de Cristo (1987) y Érase una vez… Jesús, el egipcio (2015) llevan a Pujol y Carcenac a la conclusión de que el evangelio de Mateo fue escrito en realidad por una serie de sacerdotes de la antigua Menfis, discípulos de Filón de Alejandría (¿15 a. C- 45 d. C.?) – filósofo judío refugiado en Egipto del que se desconoce su biografía– en el templo de Saqqara...
¿LA CONSPIRACIÓN EGIPCIA?
Sin embargo, la teoría del mitismo egipcio ofrece demasiadas carencias y lagunas interpretativas como para ser aceptada por el consenso de estudiosos de los orígenes del cristianismo. En primer lugar, tal y como evidenció Vladímir Propp (1895-1970) en su Morfología del cuento (1928), es muy fácil establecer comparaciones entre dos relatos, ya que suelen converger estructuras que siempre comparten los mismos elementos (Propp enumeró un total de siete personajes y 31 elementos que son los que se barajan siempre en la composición de los cuentos populares).
Teniendo en cuenta el caudal de relatos mitológicos que debió generarse en el Antiguo Egipto a l o largo de más de 2.500 años de historia; no resulta difícil encontrar alguna l eyenda que se asemeje a l os evangelios. En este caso, las forzadas analogías entre l os evangelios y cuentos egipcios i gnoran completamente l os distintos contextos y las abismales diferencias entre sus protagonistas.
Asimismo, todas las religiones comparten un universo común. Tal y como expresa el catedrático Antonio Piñero, autor de Aproximación al Jesús histórico (2018), en su blog: “En el ámbito de las religiones la relación del ser humano con la divinidad tiene muy pocas variantes estructurales disponibles para expresar literariamente esa relación. Por tanto, el que aparezcan concomitancias, parecidos, situaciones similares, acciones análogas, etc., no quiere decir que las religiones se copien necesariamente unas a otras, sino que el software humano para expresarlas es semejante”.
Por otro lado, los defensores del mitismo egipcio no resuelven una serie de interrogantes que plantea su inverosímil teoría: ¿con qué finalidad un grupo de sacerdotes egipcios decidieron inventar un personaje como Jesús? ¿Cómo se explica que los evangelios – que fueron escritos por autores distintos– alberguen tantas contradicciones?
Quién sabe, tal vez a los entusiastas de las conspiraciones se les esté pasando desapercibida la mayor conspiración de todos los tiempos: que la religión que ha influido en la cultura occidental y ha decidido cuáles sería los días festivos en nuestro calendario fue tejida por unos oscuros y misteriosos sacerdotes del Antiguo Egipto…