Y JESÚS... ¿NO MURIÓ EN LA CRUZ?

NO DEBERÍA EXTRAÑARNOS ESTA IDEA DE QUE ALGUIEN SUSTITUYÓ A JESÚS EN LA CRUZ QUE SE DEFIENDE EN EL EVANGELIO DE BERNABÉ. YA VIMOS QUE LA VERSIÓN OFRECIDA POR EL ISLAM SOBRE JESÚS CONSIDERA QUE NO MURIÓ EN LA CRUZ, SINO QUE LO PARECIÓ. AUNQUE TAMPOCO ACABABA DE QUEDAR CLARO POR QUÉ LO PARECIÓ Y SI FUE OTRA PERSONA LA QUE LE SUSTITUYÓ. EL CASO ES QUE, EN UNA ÉPOCA TAN TEMPRANA COMO EL SIGLO II, BASÍLIDES EL GNÓSTICO, UN PREDICADOR ALEJANDRINO DEL QUE SE SABE MUY POCO –SOLO LO QUE MENCIONAN ALGUNOS COMO IRENEO, CLEMENTE DE ALEJANDRÍA O SAN HIPÓLITO– Y DEL QUE APENAS SE CONSERVAN ESCRITOS, PROPUSO LA IDEA DE QUE NO FUE JESÚS QUIEN SUFRIÓ EL CALVARIO, SINO QUE LE SUSTITUYÓ… SIMÓN DE CIRENE, QUE SE VIO OBLIGADO A MORIR POR ÉL TRAS HABER RECIBIDO LA FORMA DE JESÚS (Y JESÚS LA DE SIMÓN). ARGUMENTABA, ADEMÁS, QUE NO SE DEBE CREER EN EL CRUCIFICADO, SINO EN AQUEL QUE VINO A VIVIR ENTRE LOS HUMANOS BAJO FORMA DE HOMBRE. NO ES DE EXTRAÑAR QUE ESTE SEÑOR TERMINASE SIENDO DECLARADO HEREJE…

ESTO DIJO SOBRE BASÍLIDES EL BUENO DE IRENEO DE LYON EN SU ADVERSUS HAERESES (CONTRA LAS HEREJÍAS): “EL PADRE INGÉNITO E INNOMINADO, AL VER LA PERVERSIDAD DE LOS ARCONTES [LOS JUDÍOS], ENVIÓ A SU PRIMOGÉNITO, QUE ES EL LLAMADO CRISTO, A FIN DE QUE LIBERARA A LOS QUE CREYERAN EN ÉL DEL DOMINIO DE LOS QUE HICIERON EL MUNDO. Y APARECIÓ COMO HOMBRE A LOS PUEBLOS DE LOS ARCONTES, OBRANDO MILAGROS, Y DICEN QUE NO PADECIÓ LA PASIÓN, SINO QUE REQUISARON A SIMÓN DE CIRENE PARA LLEVAR SU CRUZ Y LUEGO, POR ERROR E IGNORANCIA, LO CRUCIFICARON, CREYENDO QUE ERA JESÚS, YA QUE HABÍA TOMADO SU FIGURA. Y JESÚS, A SU VEZ, ASUMIÓ LA FIGURA DE SIMÓN, Y ESTABA ALLÍ MOFÁNDOSE DE ELLOS. ERA, EN EFECTO, UNA POTENCIA INCORPÓREA, INTELECTO DEL PADRE INGÉNITO, Y ADOPTABA LA FORMA QUE LE PLACÍA” (ADV. HAER. I 24, 4). POR SORPRENDENTE QUE PUEDA PARECER ESTO EN UN PRIMER MOMENTO, NO LO ES TANTO SI ENTENDEMOS CÓMO PENSABAN LOS GNÓSTICOS, ESPECIALMENTE LOS QUE SEGUÍAN UN SISTEMA QUE IRENEO DENOMINÓ “BARBELOGNÓSTICOS”. ESTE NOMBRE HACÍA REFERENCIA A UN SUPUESTO ESPÍRITU PRIMORDIAL, BARBELO, AL QUE SE HABÍA REVELADO EL PADRE INNOMBRABLE Y AL QUE RENDÍAN CULTO, Y QUE, SEGÚN ELLOS, SE ENCARNÓ EN EL CUERPO DE JESÚS Y NO PERMITIÓ QUE MURIESE EN LA CRUZ. EN DEFINITIVA, CREÍAN QUE CRISTO ERA UNA COSA (DIVINA), Y JESÚS OTRA (HUMANA). LO CURIOSO ES QUE PENSABAN QUE EL QUE MURIÓ EN LA CRUZ NO FUE JESÚS, SINO SIMÓN.

EN OTRA OBRA DE ESTAS GENTES, EN EL SEGUNDO TRATADO DEL GRAN SET (UNO DE LOS MANUSCRITOS HALLADOS EN NAG HAMMADI), SE RECOGÍAN LAS SIGUIENTES PALABRAS DEL PROPIO JESÚS: “YO NO MORÍ EN REALIDAD, SINO EN APARIENCIA. […] PUES MI MUERTE, QUE ELLOS CREEN QUE ACAECIÓ, LES ACAECIÓ A ELLOS EN SU ERROR Y CEGUERA, YA QUE ELLOS CLAVARON A SU HOMBRE HASTA LA MUERTE. […] FUE OTRO, SU PADRE, QUIEN BEBIÓ LA HIEL Y EL VINAGRE; NO FUI YO. ME GOLPEARON CON LA CAÑA, FUE OTRO, SIMÓN, QUIEN PORTÓ LA CRUZ SOBRE SUS HOMBROS. FUE OTRO SOBRE EL QUE PUSIERON LA CORONA DE ESPINAS. PERO YO ME REGOCIJABA EN LAS ALTURAS SOBRE TODA LA RIQUEZA DE LOS ARCONTES Y DE LOS VÁSTAGOS DE SU ERROR, DE SU VACÍA GLORIA. Y YO ME REÍA DE SU IGNORANCIA”.

COMO VEMOS EL PARECIDO ENTRE ESTE TEXTO Y EL CITADO ANTERIORMENTE DE IRENEO ES APABULLANTE Y DEJA CLARA LA EXISTENCIA DE UNA TRADICIÓN GNÓSTICA QUE PROPONÍA QUE EL SUSTITUTO EN LA CRUZ DE JESÚS HABÍA SIDO SIMÓN DE CIRENE.