El Tránsito al más ALLÁ

ENTRE LAS DISTINTAS FORMAS CON LAS QUE EL SER HUMANO HA PREPARADO EL TRÁNSITO DE SUS SERES QUERIDOS, DEBEMOS DESTACAR LOS DOS TIPOS DE ENTERRAMIENTOS MÁS FRECUENTES: LA INHUMACIÓN Y LA INCINERACIÓN. AMBAS PRÁCTICAS NO SOLO RESPONDEN A LAS COSTUMBRES ANCESTRALES DE LAS COMUNIDADES QUE LAS PRACTICAN, SINO QUE SE RELACIONAN CON EL CONJUNTO DE CREENCIAS SOBRE EL TIPO DE SUPERVIVENCIA DEL ALMA DEL DIFUNTO EN LA OTRA VIDA. LA INHUMACIÓN PUEDE INTERPRETARSE COMO EL INTENTO DE DEVOLVER A LA MADRE TIERRA EL CUERPO DEL FALLECIDO PARA QUE ESTA LE HAGA NACER EN UNA NUEVA VIDA. LA INCINERACIÓN ESTÁ MÁS RELACIONADA CON LA POTENCIA PURIFICADORA DEL FUEGO Y CON EL DESEO DE FACILITAR AL ESPÍRITU SU ACCESO AL MÁS ALLÁ DESPUÉS DE DESPRENDERSE DE SU SOPORTE FÍSICO Y MATERIAL. AMBAS PRÁCTICAS ESTÁN PRESENTES EN LOS PUEBLOS DE LA ANTIGÜEDAD. LA INHUMACIÓN LLEGÓ A PREDOMINAR DURANTE EL NEOLÍTICO Y LA EDAD DEL BRONCE (POR ESO SU VINCULACIÓN CON EL MEGALITISMO); EN CAMBIO, LA INCINERACIÓN SE DESARROLLA DURANTE LA EDAD DEL HIERRO Y ES CARACTERÍSTICA EN CULTURAS COMO LA “DE LOS CAMPOS DE URNAS”.