Entrevista a: Michelle Roche
“El vampirismo es una herramienta liberadora”.
Venezuela, años veinte del siglo pasado. la hija de catorce años de una acaudalada familia de Caracas, descubre que su sangre está marcada por una maldición, un apetito cuyo origen está en l os devaneos amorosos prematrimoniales de su poderoso padre. Esa maldición es bien conocida por la madre, mujer de estrictas convicciones religiosas, que recela de su hija porque sabe que su sangre es impura. No en vano, la enfermedad que le ha transmitido su progenitor se manifiesta en una creciente agresividad, que la impulsa a morder a un invitado.
Con el tiempo, se verá involucrada en las conspiraciones políticas de su padre, que desembocarán en un asesinato.
Y mientras en l a Venezuela convulsa del periodo de la férrea dictadura de
crece la sed por el petróleo, deberá aprender a convivir con su sed de sangre…
Vicente Gómez Juan – ¿ Cuál es el mensaje de
– No escribí con un mensaje en mente; no me gustan las fábulas. Lo que sí resaltaría son l os vínculos entre mi visión del régimen militar de Juan Vicente Gómez que tiranizó mi país hace un siglo y la dictadura madurista del presente.
– ¿Cómo describirías a
– es una joven de 14 años que narra la novela cuando ya tiene más de 30. Ella ha sido utilizada por sus padres y por su sociedad de las maneras más dolorosas posibles. Sin embargo, encuentra la fuerza necesaria para convertir su enfermedad en una herramienta de su libración. Y eso es lo que más me gusta de ella.
–¿De qué forma se conjuga la ambición petrolera con el vampirismo?
– El vampirismo es la metáfora que utilizo para describir cómo las élites de poder en Venezuela “chupan” la energía del suelo, de la misma manera que los vampiros chupan la energía ( la sangre) de los cuerpos.
– En esta novela nos encontramos con una parte importante de la historia de Venezuela, quizá con la que la cambió por completo, el descubrimiento del petróleo, pero ¿cuáles son los elementos universales de
– El miedo, quizá. Ante el poder absoluto, las personas comunes siempre nos sentimos en minusvalía. Lo que digo se trata de una consideración política. Pero es que, en Venezuela, cuando las élites militares han echado mano de la economía petrolera su poder se ha vuelto casi absoluto. Por eso, lo verdaderamente aterrador en Malasangre son las manifestaciones del poder militar. En cambio, los episodios de vampirismo son liberadores. ¿Estamos ante una historia de vampiros especial?
Quizá sí, porque no es propiamente una historia de vampiros. Es una novela histórica de formación que tiene elementos del gótico, los cuales me permiten construir en el vampirismo una metáfora de las élites de poder venezolanas.
MADO MARTÍNEZ