Piedras en el camino.

Agosto llegará probablemente con numerosas dificultades y, sobre todo, con muchas sorpresas que con frecuencia no serán agradables, incluso aunque a la larga en realidad sean para bien. No en vano, tanto el Sol y como Marte crearán numerosos aspectos disonantes con otros planetas. Entre ellos destacarían una cuadratura del Sol con Urano el día 2; otra cuadratura de Marte con Júpiter el día 4; otra igualmente de Marte con Plutón el día 13 y, finalmente, otra de Marte con Saturno el día 24, generando de este modo un caldo de cultivo bastante tenso. También se producirá un paralelo del Sol con Urano el día 12. Aun así, no hay duda de que la conexión astral más importante de todas será la del paralelo entre Júpiter y Plutón, el cual será exacto el día 13. Esta influirá a lo largo de todo el mes haciendo que intensos impulsos y pasiones predominen sobre el lado más sensato y racional de nuestra naturaleza.

Por otro lado, el Sol se hallará en su máximo esplendor en el signo de Leo, haciendo que los sucesos y las vivencias que se den estos días, tanto si son positivos como negativos, tiendan a ser más importantes o destacados de lo habitual. Esto incluiría también todo tipo de catástrofes naturales o producidas por el hombre.

Amismo, el paso de Marte por Aries también podría darle al mes una predisposición más violenta, sobre todo porque no se hallará bien dispuesto. Los contactos del Sol con Urano en la primera mitad del mes traerán sorpresas y giros inesperados, tanto en nuestras vidas como en asuntos de mucha más envergadura. Todo esto no significa que el mes vaya a ser malo o terminar mal, pero, aunque sea muy bueno o traiga éxitos, el camino para llegar a ello tendrá numerosas turbulencias. Y quienes tengan la suerte de disfrutar de unas merecidas vacaciones, quizás no cuenten con un ambiente tan placentero y relajado como desearían. Lo mismo sucederá con los viajes de ocio, que al final serán más accidentados o con numerosas aventuras.