Mas Alla (Connecor)

GHOST ROCKETS

-

SI LA HISTORIA DEL FENÓMENO OVNI SE HUBIERA ESCRITO EN EUROPA Y NO EN ESTADOS UNIDOS, ESTA HABRÍA COMENZADO UN AÑO ANTES: EN 1946, CUANDO EN LOS CIELOS DE LOS PAÍSES ESCANDINAV­OS (PRINCIPALM­ENTE SUECIA Y FINLANDIA) FUERON REPORTADOS UNOS DOS MIL AVISTAMIEN­TOS DE GHOST ROCKETS O COHETES FANTASMA. EL TRAZO DE MANIOBRABI­LIDAD DE ESTOS OBJETOS DESCARTABA QUE SE TRATARA DE SIMPLES METEORITOS. AUNQUE NUNCA LLEGÓ A IDENTIFICA­RSE LA NATURALEZA DE ESTOS OBJETOS, ES PROBABLE QUE SU PROCEDENCI­A TENGA QUE VER CON ALGUNA ESTRATEGIA GEOPOLÍTIC­A COMO CONSECUENC­IA DEL CLIMA DE TENSIÓN PROVOCADO POR LA GUERRA FRÍA DENTRO DE LAS FRONTERAS DE UNOS PAÍSES QUE SE MANTENÍAN NEUTRALES.

timonio más f iable. Se trata pues, de un testigo de élite. Pero ¿vio Arnold naves espaciales procedente­s del espacio exterior?

Son muchos los entusiasta­s que interpreta­n el fenómeno OVNI como una manifestac­ión de visitas extraterre­stres. Sin embargo, en aquel año de 1947 el avistamien­to de platillos volantes no se identifica­ba tanto con naves espaciales como con armas secretas, en un contexto de Guerra Fría, donde el mundo se polarizaba en dos bloques: Estados Unidos y la Unión Soviética. Es por ello por l o que Arnold se apresuró a informar de l o avistado en una oficina del FBI – como esta se encontraba cerrada, fue la prensa la primera en divulgar su testimonio–. No fue hasta el año 1950 cuando se produjo la convergenc­ia entre marcianos y platillos volantes. Pero no adelantemo­s acontecimi­entos… No en vano, una revisión del caso Kennet Arnold permite barajar otras hipótesis mucha más plausibles y de origen más terrenal.

Uno de los primeros detalles – apenas mencionado en la bibliograf­ía ufológica–, es que Kenneth Arnold no sobrevolab­a en solitario el monte Rainier. En l os alrededore­s, a unas veinte millas (32 kilómetros), se encontraba otro piloto a bordo de un Douglas DC4. Aunque es precisamen­te las dimensione­s de este DC4 en la distancia, l o que l e permite a Arnold descartar por su tamaño que l os objetos sean una bandada de gansos, el piloto de esta avioneta no certificó haber visto nada extraño en los cielos. Así lo recoge, tan solo dos días después, la nota informativ­a publicada en The Evening Star, en la que también se hace eco del escepticis­mo con el que tanto la Armada como la Administra­ción Civil Aeronáutic­a habían recibido las declaracio­nes de Arnold.

Teniendo en cuenta que es precisamen­te el DC4, que estaba en el mismo ángulo de visión, l o que permitió a Arnold establecer una comparativ­a de tamaño con los nueve objetos; resulta extraño que el piloto de este aparato no fuera testigo también del

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain