EL “EXPEDIENTE X” OLVIDADO
A LO L ARGO DE SU VIDA, KENNETH ARNOLD PROTAGONIZÓ VARIOS AVISTAMIENTOS DE LO QUE ÉL I DENTIFICÓ COMO OVNIS, LO QUE SUGIERE UN EXCESO DE RECEPTIVIDAD A I NTERPRETAR DE MANERA ANÓMALA CUALQUIER OBJETO DIVISADO EN EL AIRE.
ERAN LAS SIETE MENOS CINCO DE LA MAÑANA DEL 29 DE JULIO DE 1947 CUANDO, SOBREVOLANDO LA PEQUEÑA LOCALIDAD DE NORTH POWDER (OREGÓN, EE.UU.) PARA ATERRIZAR EN LA CIUDAD DE LA GRANDE, TUVO UN NUEVO ENCUENTRO CON LOS “PLATILLOS VOLANTES”: “CUANDOALCÉLAVISTADELPANELDEINSTRUMENTOS YMIRÉHACIAELVALLEDELAGRANDE,DIVISÉUNGRUPODEUNOSVEINTEA VEINTICINCOOBJETOSDECOLORBRONCEQUEPARECÍANPATOS.VENÍANDE FRENTE,HACIAMÍ,ALOQUEPARECÍAUNAVELOCIDADTREMENDA.AGARRÉMI CÁMARAYCOMENCÉAEXTENDERLAPELÍCULA(…).ELSOLESTABAAMIESPALDAY AMIDERECHA…CUANDOESTEGRUPODEOBJETOSSEACERCÓAUNAS400YARDAS (CASI366METROS),SEALEJARONBRUSCAMENTE,HACIASUDERECHA,GANANDO ALTITUDMIENTRASLOHACÍANREVOLOTEANDOYDESTELLANDOUNCOLORÁMBAR APAGADO.ESTABAUNPOCOSORPRENDIDOYEMOCIONADOCUANDOMEDI CUENTADEQUETENÍANLASMISMASCARACTERÍSTICASDEVUELODELOSOBJETOS GRANDESQUEHABÍAOBSERVADOEL24
DEJUNIO…”.
gráfica esperanzado en volver a tener un nuevo avistamiento– pareció mostrar una excesiva candidez cuando tuvo conocimiento de otros casos de “platillos volantes”. Así se evidencia, por ejemplo, en el libro que escribe junto con Ray Palmer y que lleva por título La llegada de los platillos volantes (1952), en el que se incluyen fotografías claramente fraudulentas como las tomadas por George Adamski (1891-1965), un excéntrico personaje que aseguraba ser una especie de “embajador” – l éase contactadode l os venusianos…
Por otro, el avistamiento de Kenneth Arnold tuvo lugar en unas coordenadas sociales y culturales determinadas que no pueden obviarse.
Porque mucho antes de que él testimoniara haber visto “platillos volantes”, estos ya se habían colado dentro del imaginario popular…
Pese a que el término “platillo volante” fuera acuñado por un periodista al atribuir erróneamente la forma de l os objetos que divisó Kenneth Arnold cuando este en realidad se refería a su movimiento, l o cierto es que este concepto ya estaba asimilado en la cultura popular desde varias décadas atrás. Son las portadas de los pulp magazines de primera mitad del siglo XX las que nos permiten rastrear el auténtico origen de los platillos volantes. Aunque ya desde los años 1911 y 1912, revistas de ciencia ficción como la estadounidense Modern Electrics o la francesa Journal des Voyages se ilustraban con artefactos cuya forma se sitúa a medio camino entre el zepelín y el platillo volante; la portada que se mencionaba como su antecedente más inmediato era la de Science Wonder Stories de noviembre de 1929. También l os cómics, a f inales de l os años treinta del pasado siglo, inspiraron gran parte de la narrativa en la que se ambientará posteriormente el fenómeno OVNI como son las pretendidas abducciones.
Esta iconografía incipiente fue aderezada por una nueva influencia estética surgi
Curiosamente, tan solo unas semanas antes de que Kenneth Arnold testimoniara haber visto un la conocida de mayo de 1947 divulgaba desde su portada el desarrollo de un nuevo prototipo experimental que tenía forma de tortita volante y que podía alcanzar una velocidad supersónica.