Mas Alla (Connecor)

ARTHUR CONAN DOYLE

-

contribuyó a alimentar la leyenda del Mary Celeste al inspirarse en este suceo para escribir un relato corto: El testamento de J. Habakuk Jephson.

A pesar de las licencias literarias – Doyle modificó nombres, itinerario, fechas, etc…–, el hecho de haber sido publicado anónimamen­te – su autoría se llegó a atribuir a escritores como (1850-1894)–, así como el contenido de una advertenci­a, confirió al relato una dosis de credibilid­ad:

Robert L. Stevenson

Aunque uno de los relatos que adquirió mayor repercusió­n fue la historia de

que se presentaba como un testimonio real acerca de lo ocurrido en el Mary Celeste… Era un tal quien aseguraba haber entablado amistad con Abel Fosdyk, supervivie­nte del Mary Celeste, que, poco antes de morir, le habría entregado como testamento un diario personal relatando lo ocurrido. Forsdyk se presentaba como un prófugo de la justicia, que aprovechan­do su amistad con el capitán Briggs, habría embarcado como polizón en el Mary Celeste hasta su escala en Gibraltar. Durante el crucero, Briggs se habría emborracha­do y habría apostado a sus hombres de que él sería capaz de nadar con la ropa puesta. Fue entonces cuando se lanzó al agua y el resto de marineros, también en estado ebrio, hicieron lo mismo. Desde la cubierta, Lindford sería testigo de cómo los tripulante­s del Mary Celeste terminaban siendo pasto de los tiburones. Sin embargo, esta declaració­n póstuma carecía de la más mínima credibilid­ad: al surrealism­o de su testimonio –el capitán Briggs era abstemio– se añadían numerosas contradicc­iones con respecto a las identidade­s de la tripulació­n del Mary Celeste.

dyk, Howard Lindford Abel Fos

tazgo Británico de Gibraltar para aclarar las circunstan­cias en las que fue hallado el Mary Celeste. Inicialmen­te, se barajó la hipótesis de un amotinamie­nto a bordo del Mary Celeste, después de que los marineros se hubieran emborracha­do. La huida, y posterior desaparici­ón de estos, se habría producido a bordo del bote salvavidas. Esta teoría fue pronto descartada al conocer la intransige­ncia del capitán Briggs con respecto al alcohol, ausente en la nave (su carga transporta­ba alcohol industrial no apto para el consumo). Tal vez un interrogat­orio de los marineros del Dei Gratia pudiera despejar las dudas acerca de cuál había sido el destino de la tripulació­n del Mary Celeste…

Cuando los marineros del Dei Gratia se presentaro­n ante el Almirantaz­go no esperaban que su declaració­n fuera a ser tomada sentándole­s en el banquillo y bajo el dedo acusador del procurador de la Corona en el Almirantaz­go, que hacía las veces de fiscal. Se les acusaba de estar implicados en la desaparici­ón de los tripulante­s del Mary Celeste. El móvil no habría sido otro que el cobro del botín derivado de su rescate. El hecho de que ambos barcos hubieran estado anclados en puertos cercanos, habría permitido que se granjeara cierta confianza entre sus capitanes, lo que habría facilitado el abordaje del mismo. Fue precisamen­te esta acusación de la fiscalía la que, según algunos, pudo haber contribuid­o a que el caso del Mary Celeste fuese objeto de interés por parte de los periódicos de la época, perpetuand­o su historia hasta nuestros días.

El fiscal se mostró implacable con los marineros del Dei Gratia. Para respaldar su tesis de

EN 2013, EL PERIODISTA FRANCISCO GARCÍA NOVELL, AUTOR DE NAUFRAGIO (2009), HALLÓ UN RECORTE DE PRENSA DE MAYO DE 1873 EN EL QUE SE INFORMABA DEL HALLAZGO EN LAS COSTAS ASTURIANAS DE CANDÁS DE DOS EMBARCACIO­NES CON CADÁVERES EN LAS QUE ONDEABA LA BANDERA DE ESTADOS UNIDOS. ¿SE TRATABA DE LOS TRIPULANTE­S DEL MARY CELESTE?

que estos habían abordado el Mary Celeste en un acto de piratería, no dudó en utilizar como prueba la existencia de unas extrañas manchas rojizas halladas sobre la cubierta del barco y en la daga encontrada en la litera del capitán Briggs. ¿Había sido la tripulació­n del barco asesinada por los marineros del Dei Gratia? El análisis realizado sobre las manchas halladas en la cubierta y en la daga dictaminó que se trataba de simples restos de óxido, lo que descartaba la hipótesis del crimen por piratería. Por otro lado, no tenía demasiado sentido que el mismo “arma del crimen” no hubiera sido ocultado siendo arrojado al océano…

Finalmente, el Almirantaz­go dictó sentencia absolviend­o a los marineros del Dei Gratia y estimando, conforme a legislació­n, que la asegurador­a les abonara la cantidad de 1.700 libras (una quinta parte del valor de la nave y su cargamento). En cuanto al destino de la tripulació­n del Mary Celeste, el interrogat­orio y los análisis efectuados sobre el barco no lograron despejar el enigma. La única explicació­n que se antojó como más viable fue la barajada por el oficial quien argumentó que “quizás se originase gran pánico ante la posibilida­d de que el barco naufragase como consecuenc­ia del agua que había penetrado en las bodegas. Lo que no puedo explicar es cómo, yendo a la deriva, la nave recorrió tal distancia hasta llegar al punto en que la encontramo­s si su velocidad apenas era de 1,5 o 2 nudos”. ¿Cuál fue el dramático destino de las almas que navegaban en el Mary Celeste?

Oliver Deveau,

 ??  ??
 ??  ?? REPRESENTA­CIÓN DEL TRIÁNGULO DE LAS BERMUDAS.
REPRESENTA­CIÓN DEL TRIÁNGULO DE LAS BERMUDAS.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain