Aragonès censura el «café aguado y para todos» del PSC
Niega que con su propuesta de financiación singular busque «privilegios» para Catalunya
El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, ha censurado que el PSC proponga un modelo de «café aguado y para todos» frente a la propuesta de financiación singular que ha lanzado su Govern, con la que ha negado que pretenda obtener «privilegios» para Catalunya.
En el marco de un acto en el Col·legi d'Economistes de Catalunya Aragonès ha defendido que reivindicar una mejor financiación para Catalunya debe formar parte de «la agenda compartida del conjunto de fuerzas políticas del país», y en este sentido ha emplazado al PSC a explicar su rechazo a que la Generalitat administre todos los impuestos. «Algunos prefieren el café aguado y para todos para no molestar» al resto de autonomías o al Gobierno central, aunque aceptar «mejoras pequeñas es la mejor forma de que el país no avance», ha avisado: «No es el momento de pedazos o de discutir sobre lo que incomoda menos».
El ejecutivo catalán planteó la semana pasada un sistema de «financiación singular» para que Catalunya recaude y gestione la totalidad de los impuestos -en vez del actual 9 %- para luego transferir una cantidad a negociar por los servicios que el Estado
presta en la comunidad más otra para «contribuir a la equidad entre territorios».
Aragonès ha dicho que quiere para Catalunya lo mismo que tienen el País Vasco y Navarra, «ni más ni menos»: un modelo de financiación que debe nacer de «una relación bilateral» con el Estado.
Impuestos
Lo que el Govern plantea es «una soberanía fiscal plena» para Catalunya, es decir, «poder decidir sobre nuestros impuestos» y superar un modelo «injusto y arbitrario» que genera «una sensación de maltrato crónico» hacia las finanzas de la Generalitat.
Todo lo anterior debe negociarse
en el marco de una relación bilateral, ha insistido, pese a la negativa inicial del Gobierno presidido por Pedro Sánchez.
En relación con el antecedente de 2012, cuando el entonces president Artur Mas ya planteó sin éxito un concierto económico para Cataluña, ha remarcado que ahora el Ejecutivo central sí «está sentado en la mesa» -a diferencia de entonces, cuando la negativa del PP de Mariano Rajoy aceleró el proceso independentista-. Como ejemplos de ello ha citado los acuerdos sobre la quita parcial de la deuda del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA), el traspaso de Rodalies a la Generalitat o el traspaso de Ingreso Mínimo Vital a la administración catalana.