MÓN I MEMÒRIA
pietari de «La Vanguardia», el va decantar i no ho documenta de cap manera, per últim podem interpretar que diu que Olives va morir-se en una presó d'en Franco. És probable que Olives fos detingut i pres no he localitzat cap causa oberta contra ell- i en la notícia de la seva mort, cap al 29 de gener de 1949, res no fa pensar que aquesta es produís estant empresonat. L'única referència que ens dona la breu informació de 1949 és que després de la guerra es va jubilar.
El periodista de raça
L'any 1906, Gabriel Olives ja treballa en la redacció d' «El Liberal» de Barcelona i col·labora en «El Progreso». En una carta a Joan Mir (6/09/1906. FJP), l'informa de la remissió de cent exemplars d'«El Progreso» per distribuir a Maó ja que es publica un article de Mir: «(...) entrego el paquete de 100 ejemplares de ‘El Progreso’ de hoy. La carta que publican estaba destinada a ‘El Liberal’; pero como por su extensión traspasaba los límites de que podían disponer, a última hora resolvieron anoche entregarla a Clariá (es refereix a Ignasi Clarià) para que se publicase hoy en ‘El Progreso’. A pesar de Lerroux, entregó por la tarde a su cuñado Emiliano Iglesias, su carta de V. para hiciera algo, accedió por la noche a insertar sus cuartillas porque así alcanzábamos este correo…». No només açò, sinó que també s'ofereix, des de les dues publicacions catalanes, a participar en la campanya de suport de l'Escola Lliure del barri 15 de Maó, que Mir i Mir impulsa: «Si os parece oportuno hacer algo por la Escuela Libre, mandadnos informes, ó, mejor aún, cuartillas publicables ya sea para ‘El Liberal’ ó para ‘El Progreso’, teniendo en cuenta que éste último está haciendo una campaña á favor de la enseñanza racionalista, que, aunque en el fondo nombre alguna martingala de Lerroux, por el momento servirá bien á nuestros deseos….»
Podem entendre que Olives té contacte directe amb Lerroux, encara que no sembla que sigui un seguidor seu. A més de la seva feina a Barcelona, Olives ja és corresponsal de «La Voz de Menorca» a la ciutat comtal des de la seva fundació. El 1908, «La Voz de Menorca» s'ufanava de tenir corresponsal a Barcelona, Gabriel Olives; a Palma, Gabriel Pericàs; a l'Havana, Fernando Ortiz Fernández, i a Nova York, Antoni Taltavull, un altre personatge a descobrir. La relació amb Menorca no es redueix a la corresponsalia. El 1908 s'organitza una ‘Velada Verdaguer' a l'Ateneu Popular de Maó, de l'òrbita republicana. Entre altres intervencions, destaquem la conferència d'Andreu Ferrer Ginard i la intervenció de Gabriel Olives. Un any després, l'Ateneu Popular fa un homenatge a Àngel Guimerà. Es representa «L'aranya», al Teatre
A BARCELONA Olives té contacte directe amb Lerroux, encara que no sembla que sigui un seguidor seu
Principal, i després, Joan Manent Victory, que encara no té pes en el republicanisme local, llig la conferència que Olives escriu sobre l'autor català.
Amb un ull sobre Maó
Està clar que Olives tenia un interès polític sobre la vida a Menorca. El 10 de febrer de 1910 [FJP] escriu una llarga carta de deu fulls a Joan Mir, en resposta d'una anterior d'aquest, en la qual dona la seva opinió sobre Frederic Llansó i els republicans maonesos.
Aquests anys, Llansó tenia afinitat pel republicanisme federalista i la figura de Pi i Margall i, no sense controvèrsia, fou elegit diputat en la candidatura d'Unió Republicana a les Corts de 1910.
«Amigo Mir: Coincido con algunos puntos de su carta del 8, que recibí ayer, y en otros tiene V razón que le sobra. Pero la claridad, o, mejor aún, la sinceridad es fruta que escasea en los campos de la política, donde generalmente no se dilucidan más que personalismos y pequeñas ambiciones que a la corta o a la larga dan al traste con los más buenos propósitos. El Dr. Llansó, según he podido entrever, tenía, probablemente infundado, algún recelo nacido al calor de asuntos privados, y al recibir la noticia de los trabajos que se habían iniciado de pactos o inteligencias, sospechó que esto era consecuencia de aquello, y como usted medió en el asunto, la desconfianza le alcanzó a usted también. La noble sinceridad con que usted habló luego evitó que la injusticia se exteriorizase ruidosamente. Yo, sin modestia puedo decirlo, defendí el desinterés de sus propósitos cerca del Dr. Llansó, porque no concebía
1909 L’Ateneu Popular fa un homenatge a Àngel Guimerà. Es representa «L’aranya», al ‘Principal’
ni hubiese concebido nunca que un hombre como V, que nada quiere para sí de la política ni nada puede de ella esperar para sus ideales, se hubiera prestado a contubernios y martingalas de politiquillos. El Sr. Llansó, ya se lo dije a V, le hizo justicia; pero no pudo evitar su susceptibilidad la impresión primera. Y es que el Dr. Llansó es un espíritu altamente impresionista o impresionable y tiene sus prontos, como dicen los castellanos, y sin perjuicio de rectificar a la mañana siguiente, cuando la fiebre le posee lo echaría todo a rodar. De ahí que algunas veces se le vaya la lengua, sin medir el alcance que sus palabras pueden tener en sus labios, y como por otra parte no es nada ducho en achaques de la política, no sabe aún compaginar lo probable con lo posible, para filosóficamente o diplomáticamente despreciar el qué dirán. Pero en el fondo es bueno; no tiene malicia bastante para estos trotes…». En general, sobre la política menorquina opina: «… Si los menorquines han vivido ajenos a los grandes partidos, suya es la culpa. Reus, que por la índole de sus habitantes y por su situación con respecto a Tarragona, tiene muchos puntos de contacto con Mahón, ha logrado imponerse en muchas cosas y lograr mayores prestigios políticos que la capital de la provincia, porque allí los hombres se mueven y se hacen escuchar y no desperdician ocasión alguna de dar fe de vida. En Menorca, los jefes del republicanismo abandonan sus cómodas posturas en período electoral y después a dormir otra vez. No, no es esto.
Sin las propagandas, sin las persecuciones que usted y Manent sufrieron, el partido obrero no hubiera existido nunca en Menorca. ¿Por qué no han de hacer lo mismo los republicanos? ¿Por qué, si quieren adeptos, no han de trabajar constantemente, afanosamente y no por temporadas, para que quienes les sigan no tengan derecho a decir que les engañan? ¿Por qué no comunicarse con el Directorio republicano socialista de Madrid, o con Cristo padre, con tal de relacionarse con quien tenga fuerzas a su alrededor? Los republicanos menorquines son de suyo indolentes y ya nadie da gratia et amore comida con cuchara. Hay que ganárselo, o alimentarse de pamplinas. Esto es la verdad (...) [Gabriel Olives a Joan Mir. 10/02/1910. FJP].
El 14 de maig, després que Llansó sigui elegit, Olives li remet el següent telegrama: «Felicito triunfo. Aún hay patria».