PARA PURISTAS DEL FITNESS
No entraremos a analizar ese look hipster con moñito, barba y leggings... pero lo que sí es cierto es que la irrefrenable tendencia que busca el regreso a las técnicas básicas (como la calistenia) potencia un estado físico funcional y una movilidad a largo plazo envidiables. Descubre aquí cómo liberarte de la esclavitud de las pesas.
SI EL ANTIGUO ARTE DE LA CALISTENIA LES SIRVIÓ a los 300 espartanos que plantaron cara a las hordas persas, a ti también podría servirte, ¿no? En líneas generales, sí. Los ejercicios sin pesas no sólo activan diversos grupos musculares a la vez (las dominadas, por ejemplo, trabajan los dorsales, los trapecios, los pectorales, los oblicuos y los bíceps), sino que también te ayudan a proteger las articulaciones. Según la Facultad de
Salud Pública de Harvard (EE.
UU.), quemarás más calorías por sesión que haciendo ejercicio cardiovascular. Pero si no vas añadiendo peso progresivamente, acabarás estancado.
Utilizando en tus ejercicios únicamente el peso corporal llegarás enseguida a un tope de sobrecarga. El único modo que te queda para ir superando tus límites es ir aumentando el número de repeticiones.
Así que incluye en tus rutinas ejercicios localizados, al menos una vez por semana. Con tus movimientos favoritos –flexiones en el suelo y dominadas, fondos y sentadillas– trabajas grandes grupos musculares, pero descuidas los tríceps, los bíceps y los deltoides, necesarios para conseguir un estado de forma completo. Con pesas, estaciones de poleas y bandas puedes aislar esos puntos débiles.