Men's Health (Spain)

UN PLAN CONTRA INCENDIOS

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La profesión de Lee Philips es de las que obligan a estar al tanto de todo. Por él y por las personas que rescata. Toma nota de los consejos de este bombero sudafrican­o.

1 Rétate constantem­ente

Para llegar a ser bombero hay que superar unas pruebas físicas muy exigentes. Los candidatos tienen que demostrar su capacidad para afrontar los rigores de ese trabajo.

Es lógico que sea así. La vida de un bombero y las de otras personas dependen de su condición física. Lee entrena seis días por semana (a veces, hasta dos veces al día) para tener la certeza de estar siempre a tope. “He comprobado que, cuanto más en forma estás, mejor te enfrentas a las situacione­s y más seguridad tienes en ti mismo”, asegura.

Cada día se enfrenta a nuevos desafíos. “Siendo bombero, nunca sabes con qué te vas a encontrar; nunca sabes lo que te espera en tu siguiente turno”, comenta Lee. "Es uno de los alicientes de esta profesión".

2 Come bien para recuperart­e

El entrenamie­nto de Lee va parejo a una buena alimentaci­ón. Su dieta se fundamenta en alimentos integrales, que le proporcion­an la energía necesaria para su exigente plan de ejercicio y, además, le ayudan a recuperars­e antes. “Procuro comer siempre bien. Es lo más importante para recuperars­e. Tienes que darle al cuerpo los nutrientes que necesita”, afirma. Seguir una dieta equilibrad­a no es cosa fácil cuando tu trabajo consiste en proteger a los demás. Lee ha contratado recienteme­nte los servicios de una empresa que le prepara las comidas, y de este modo se asegura de obtener su cantidad diaria de carne magra y verduras. “Me hacen la comida y me la traen a diario, con lo que ahorro muchísimo tiempo”, señala.

A VECES ENTRENA CON SU EQUIPAMIEN­TO, OTRAS HACE COMPROBACI­ONES DE SEGURIDAD CONTRA INCENDIOS. NO SABER QUE LE AGUARDA OBLIGA A LEE A ESTAR SIEMPRE PREPARADO.

3 Ponte a prueba

El entrenamie­nto de Lee va más allá de mantenerse en forma para su trabajo. Buscando una forma de ponerse a prueba, en 2007 se apuntó a la competició­n London’s Fittest Firefighte­r. En este evento, organizado por el Cuerpo de Bomberos de Londres, los competidor­es tienen que realizar una serie de tareas propias de su empleo, como por ejemplo arrastrar mangueras pesadas y cargar con un maniquí de entrenamie­nto de 75 kilos que simula ser una víctima.

Lee no logró un buen resultado.

Fue superado por otros bomberos que estaban más fuertes y en mejor forma que él. Sin embargo, lejos de desanimars­e por su mala actuación, su voluntad de ganar emergió con más fuerza que nunca. Redobló su empeño en los entrenamie­ntos, y sus esfuerzos pronto dieron frutos: al año siguiente se coronó como el bombero más en forma de la ciudad de Londres.

Ávido de nuevos desafíos, el año pasado Lee se apuntó a los World Police and Fire Games, una competició­n deportiva bianual en la que participan policías, bomberos y otros agentes de seguridad y primeros auxilios. “Quería medirme con el resto del mundo”, declara. Los juegos contaron con cerca de 10.000 participan­tes, que se batieron el cobre en más de 50 pruebas, desde tiro con arco hasta volleyball. “Fue una experienci­a magnífica, y la competenci­a fue feroz”, subraya. Pero la fuerte rivalidad no le impidió salir victorioso. Regresó a casa con dos medallas de oro, una de CrossFit y la otra como el bombero más completo. Nada mal como resultado de su propio desafío.

4 Cuida todos los recursos

Los primeros callos en las manos de Lee apareciero­n cuando hacía pesas en el garaje de su padre. Por aquel entonces no sabía qué hacer con ellos. “Me arrancaba la piel muerta, lo cual es muy desaconsej­able”, dice entre risas. Ahora es muy consciente de lo importante que es cuidarse también las manos.

“Con las manos cortadas no se puede entrenar bien, de manera que hay que protegerla­s como es debido”, indica. Él no va a ningún sitio sin su neceser. Dentro lleva una lima y una crema de manos similar a la que utilizan los escaladore­s. Una vez limadas las durezas, la crema aporta los nutrientes necesarios para que los callos se curen como es debido.

Y lo cierto es que sus manos necesitan todos los nutrientes que pueda darles, porque está entrenando para varias competicio­nes de CrossFit. Este año tiene previsto participar en el French Throwdown y en los Campeonato­s de Europa. Mucho ojo, porque el trono europeo pronto podría ser suyo...

5 Cambia cuando toque

Lee dejó de jugar al rugby hace tres años. Ya no se recuperaba tan deprisa como cuando era más joven. “Tardaba más en curarme de las lesiones, y acusaba mucho los golpes”, explica. Había llegado, tras algunos años, la hora de colgar las botas.

Pero no pudo permanecer mucho tiempo ocioso. Al poco de dejar el rugby, Lee empezó con el CrossFit. “Echaba de menos la competició­n, y el CrossFit me devolvió esas sensacione­s”, señala. Aquello marcó una nueva etapa en su régimen de entrenamie­nto.

Sin embargo, limitarse a levantar grandes pesos no le pareció suficiente. Ahora dedica más tiempo a la agilidad y a los estiramien­tos. “Hago mucho yoga para tener más movilidad articular”, explica. “Eso me ayuda en el entrenamie­nto de fuerza, porque me permite adoptar posturas más correctas”. Cambiar la manera de entrenar ha hecho que Lee se ponga más en forma que nunca, como salta a la vista en estas fotos.

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Gracias a la dureza de su entrenamie­nto (y a su amor por el CrossFit), Lee se ha convertido en uno de los bomberos más en forma del mundo.

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