Repiteconmigo: "Ommm..."
1
Respira tranquilo
Si eso de repetir mantras hasta el infinito y más alla no va contigo, la respiración consciente puede ser tu mejor aliada a la hora de encontrar tu espacio de meditación.
Los beneficios son instantáneos. Esta técnica calma la ansiedad rebajando los niveles de cortisol, además de estimular la liberación de óxido nitrico. ¿Te apetece probarla? Inspira durante cuatro segundos. Mantén el aire cuatro más. Ahora, déjalo ir durante los cuatro últimos. Repite... y relájate.
2
Lánzate de cabeza
Si todo lo anterior no ha conseguido hacer saltar tus reticencias por los aires, lo mejor que puedes hacer es lanzarte de cabeza a la piscina: vete tres semanas a un retiro meditativo. Según diferentes estudios, ese es el tiempo que se necesita para que la enzima telomerasa inunde tu organismo, y te ayude a reconstruir y a alargar los telómeros de tu sistema inmune. ¿El resultado? Volverás de tu retiro más joven, más sano.... y quizá cargado de barritas de incienso.
3
Duerme como nunca
Gracias a la respiración consciente, mantendrás las hormonas del estrés bajo control y entrarás en un estado de calma perfecto para que tu cerebro eche el cierre por la noche. Un estudio publicado en JAMA Internal Medicine confirma que 20 minutos diarios de meditación reducen las veces que te despiertas por la noche. Para potenciar el efecto, bébete una tila antes de meterte en el sobre.
4
Sé aún más listo
Meditar de forma regular no sólo te ayudará a descansar mejor. También protegerá a tu cerebro del temido declive cognitivo. Un estudio publicado en Frontiers in Human Neuroscience demuestra que los meditadores no sólo pueden procesar más rápido la información, si no que estan más protegidos frente a enfermedades como el Alzheimer.
5
Pierde peso
Meditar te ayuda a crear nuevas conexiones neuronales y a darles una vuelta a las ya existentes para conseguir, por ejemplo, perder peso. Una rama del mindfulness llamada descentramiento enseña a desasociar los pensamientos de la realidad. Ejemplo: tu deseo de hamburguesa no es hambre, es un simple pensamiento fácil de ignorar. Y lo mejor es que la técnica funciona...