¿Qué pasa si… me convierto en vegano?
PASARSE A LO VEGETAL ES UNA TENDENCIA QUE HA AUMENTADO UN 350% DESDE 2006. PERO A PESAR DE LOS BENEFICIOS EVIDENTES, HAY ALGUNOS INCONVENIENTES, SIN CONTAR LA PÉRDIDA DE SABOR. TE MOSTRAMOS LOS DATOS.
Cansado y a prueba
No te dejes engañar por todas esas mujeres sonriendo ante sus ensaladas en Instagram. El cambio no es fácil. Al menos, al principio. La falta de carne roja hace que los veganos sean más proclives a tener deficiencias de hierro y vitamina B. Esto podría causar fatiga, mareos, dolor de cabeza e incluso anemia. Sin embargo, tanto la vitamina B como el hierro están disponibles en comprimidos. Si quieres obtenerlos de manera más natural, incluye en tu desayuno verduras de hoja verde oscuro, frutos secos o legumbres.
Los juegos del hambre
Los efectos de prescindir de la carne y los lácteos comienzan a notarse desde el primer día. Los veganos suelen tener los niveles de glucosa más bajos y casi un 80% menos de probabilidades de padecer diabetes tipo 2 en comparación con los omnívoros. Además, la proteína vegetal está íntimamente ligada a una mejor regulación de la insulina, por lo que hay menos posibilidades de que asaltes la caja de galletas (sin lácteos) en el tentempié de media tarde.
Sufre y gana
Durante los primeros días, tus sesiones de gimnasio matutinas te van a costar un poco más de lo normal. Prescindir totalmente de los lácteos puede provocar deficiencias que acaban en molestias, dolores y agujetas. Afortunadamente, el golpe puede ser menos duro si incluyes leche vegetal enriquecida con calcio en tu batido post-entrenamiento. La mayoría de las bebidas de soja contienen 25mg de calcio por cada 100ml, una cantidad semejante a la leche de vaca de toda la vida.
Párate a pensar
Los veganos ingieren una cantidad de fibra mucho mayor que los omnívoros: una buena noticia para conseguir el cuerpo que tanto anhelas. Una dieta basada en granos integrales, legumbres y verduras con almidón está
directamente relacionada con un buen funcionamiento intestinal y con la sensación de saciedad, favoreciendo la pérdida de peso. Además, es
baja en calorías, de manera que puedes acabar con el exceso de grasas sin tener que comer menos. Llena tu plato
hasta arriba.
Y dura
Atiborrarse de frutas y verduras te ayudará a mantenerte a largo plazo ya que el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares se reduce un 42%. Una gran cantidad de estudios ha demostrado que las dietas veganas también son más efectivas para reducir el colesterol que la típica dieta occidental. Además, hay pruebas que sugieren que el veganismo alivia la artritis. Así que cosecharás una salud de hierro, además de un gran prestigio medioambiental.