APROVECHA TUS RESERVAS
Aunque te parezca lo contrario, tu cuerpo tiene más fuerza de la que crees. Aprende a gestionarlas.
Quizá te parezca que la fatiga comienza en el cuerpo (los músculos te duelen, las fuerzas flaquean...), pero varios estudios aseguran que la mente desempeña un papel clave. El cerebro es el que marca el ritmo para que el organismo no se quede sin energía. Aunque a veces no te lo parezca, siempre te queda algo en la reserva. Úsala para rendir más.
Piensa que sí puedes
Según se afirma en un estudio publicado en la revista Journal of
Applied Sport Psychology, visualizar el éxito deportivo aumenta la fortaleza mental, que a su vez es un indicador clave del rendimiento.
“Al imaginar una situación, se refuerzan las mismas vías neuronales que al vivirla”, asegura Krista Chandler, profesora en la Universidad de Windsor y autora del estudio. “Cuando luego te enfrentas a la tarea, el cuerpo siente como si ya la hubieras realizado”.
CONSEJO Cuando te quedes estancado en cuanto a fuerza o capacidad aeróbica, dedica 10 minutos a imaginarte a ti mismo levantando más peso o corriendo más rápido.
Sé positivo
Las dudas pueden echarlo todo a perder. Disípalas dándote ánimos. Según afirman científicos de la Universidad California State (EE. UU.), “lanzarse mensajes positivos a uno mismo refuerza la confianza y aumenta la energía para que la persona no se rinda cuando esté cansada o se enfrente a una dificultad”. Los expertos están de acuerdo: un metaanálisis reciente realizado por un grupo de investigadores griegos comprobó que las afirmaciones positivas pueden mejorar el rendimiento.
CONSEJO Repite frases como “Me siento bien” o “Soy fuerte y rápido” cuando hagas pesas o corras.
Olvídalo todo
El estrés puede echar por tierra un buen entrenamiento, según se afirma en un estudio reciente
publicado en la revista European
Journal of Applied Physiology. La razón: “El estrés se apodera de las áreas cerebrales responsables de la atención, que de otro modo utilizarías para reforzar la
conexión mente-músculo”, declara Michael Agnew, autor del estudio. Cuanto menos te preocupes, más beneficio obtendrás del entrenamiento.
CONSEJO Cuanta hasta cuatro al inspirar y aguanta el aire en los pulmones durante 4 segundos mientras te concentras en el entrenamiento. Expulsa el aire despacio. Repite dos veces.
Encuentra tu ritmo
Los científicos saben desde hace tiempo que la música puede ayudar al rendimiento deportivo. La clave, sin embargo, está en escuchar canciones que te resulten motivadoras, según un estudio británico reciente. La música te distrae del esfuerzo y te permite entrenar con más intensidad y durante más tiempo.
CONSEJO Crea tu propia lista de canciones para entrenar en lugar de descargar una lista genérica o sudar la camiseta al ritmo de Los 40.