LA LEYENDA DE LA HORA DE LA COMIDA
Si los desplazamientos largos al trabajo o los deberes familiares limitan tus sesiones diarias de entrenamiento al escaso tiempo del descanso de la comida, no temas. Con nuestros trucos estarás en forma, podrás comer y volver a la oficina sin perder ni
1/ GESTIONA TU TIEMPO
Si tienes flexibilidad horaria, comprueba la opción de Google “horarios populares”. Busca tu gimnasio y verás un gráfico de sus horas pico.
4/ ENTRENA
¿Escaso de ideas? El paseo de granjero está infravalorado pero mejorará tu fuerza de agarre y tu control del core. Además, puedes usar cualquier cosa: sacos de arena, discos...
6/ NO TE ENFRÍES
Un paseo enérgico de vuelta al trabajo impedirá que la sangre se acumule en el tren inferior y ayudará a canalizarla de vuelta al cerebro.
2/ TU PLAN B
Piensa en patrones de movimiento (sentadillas, bisagras de cadera, press y pull) no en ejercicios individuales. Cuando tomes tu primera elección, sustitúyela por otra.
5/ MANOS LIBRES
7/ OPTA POR LA VERSATILIDAD
Asegúrate una salida rápida del vestuario. Los geles de ducha todo en uno como este de NIVEA Men sirven para el cuerpo y el pelo (2,35€). ¡Entrenamiento finalizado!
3/ CONTROLA
Si la pesa de 20 kg la está usando otro, coge otra pesa más ligera y céntrate en levantamientos de cadencia lenta con pausas controladas. Los auriculares con cables sólo te harán más lento. Los Jaybird Tarah, por ejemplo, acaban de lanzarse y permiten gestionar música y llamadas con un botón (105€).