LOS CARBOHIDRATOS SON LOS REYES
Ya era hora de que destronáramos a las proteínas como la macro definitiva para luchar contra la grasa.
L A V I E J A N O R MA Para acabar tu rutina física no hay nada mejor que comerse un plato de carne y huevos en cuanto dejas caer las mancuernas. ¿Carbohidratos? No, gracias. Sólo sirven para engordar.
L A N U E VA N O R MA
Los carbohidratos son como la nómina de un trabajo fijo: cuanto más confíes en ellos, más sufres cuando te faltan. El cuerpo puede adaptarse a una dieta sin carbohidratos, pero es difícilmente sostenible y, para los que no estamos dispuestos a comprometernos a una abstinencia monacal no son un medio factible para alcanzar nuestros objetivos de pérdida de grasa.
Si eliminas los carbohidratos por completo, el cuerpo produce menos hormona tiroidea T3, esencial para el metabolismo. Muchos nutricionistas animan a sus clientes a que ingieran la mayor parte de sus carbohidratos después del ejercicio, cuando el cuerpo está más en disposición de reponer el glicógeno de los músculos y del hígado. No obstante, si permites que tu organismo se quede sin carbohidratos, empezará a descomponer masa muscular (alimentándose de tus bíceps en lugar de consumir grasa del vientre).
Si últimamente has sufrido cierta presión en el trabajo, esto se vuelve doblemente importante. El cortisol aumenta con una dieta baja en carbohidratos. Eso, combinado con la falta de sueño y el esfuerzo continuado, es una receta segura para la crisis de energía. ¿Cómo se manifiesta? Con un descenso de la productividad y un aumento de la barriga. La nutrición no empieza ni acaba con el suero de leche y el pollo sin piel. Y ahora, ¿nos pasas las patatas, por favor?