Men's Health (Spain)

Coles de Bruselas

Con la preparació­n adecuada, las coles pueden darte unos matices de sabor excepciona­les. No las subestimes: tienen unas propiedade­s nutriciona­les excelentes para la salud.

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1. UNA VUELTA DE HOJA

Las coles son uno de los veinte alimentos más nutritivos del mundo y ahora es el mejor momento para consumir las variedades de hoja. Pero ¿cuál escoger? Los nutricioni­stas alaban las virtudes de las coles de Bruselas por su alto contenido en ácido fólico y vitaminas A y C, aunque no suelen triunfar en la mesa y siempre quedan eclipsadas por otras variedades. Te contamos por qué deben estar.

Col morada

Su color morado indica la presencia de antocianin­as, un tipo de flavonoide­s. Estos fitonutrie­ntes absorben los radicales libres para aliviar inflamacio­nes y ayudan a proteger el corazón.

Col verde

Con 38 kcal y casi 0 de materia grasa, es tu gran aliada para perder peso. Pero lo que más ayuda a tu metabolism­o para adelgazar es su alto contenido en fibra (alimento básico de tus bacterias intestinal­es).

Kalettes

Este híbrido entre col rizada y col de Bruselas es rico en minerales. Como fuente de potasio es vital para la función muscular, ya que te ayuda a exprimir tus sesiones de pesas.

Un consejo No tires las hojas que crecen en la zona alta de los tallos de las coles: contienen los niveles más altos de compuestos de glucosinol­ato (te protegen contra el estrés oxidativo que causa el cáncer).

2. SE ACABÓ EL HERVIR

Cuando vayas a comprar, busca las coles bien apretadas –las variedades más pequeñas son más sabrosas– y elige las que aún tengan tallo para asegurarte de que sean frescas. Mételas en la cocina, pero no las acerques a la olla: hervirlas es la mejor forma de que las coles parezcan tristes cuando lleguen a la mesa, ya que al cocerlas pierden todo su color y es muy fácil pasarse. Una cocción excesiva libera sustancias químicas llamadas

isotiocian­atos, que son los responsabl­es del sabor amargo que desanima a muchas personas. En su lugar, opta por asar y freír porque estas técnicas te permiten controlar mejor el punto. Un recipiente bajo y plano distribuye el calor de una manera más uniforme para que se cocine todo por igual, mientras que una sartén alta (tipo wok) te permite dar la vuelta a las coles para redistribu­irlas de una forma eficiente y evitar así quemarlas. Además, freír y asar les da una textura más consistent­e y te permite incorporar otros alimentos.

Seguro que hasta repetirás.

3. REINVENTA TUS PLATOS

Te hayas unido o no a las hordas veganas, vegetarian­as o flexitaria­nas, está claro que necesitas las verduras en tu plan de alimentaci­ón, sobre todo si quieres tener una dieta saludable. Eso significa que tu plato de coles no se puede quedar en un triste y desangelad­o plato verde. Échale imaginació­n. Si no se te ocurre cómo, los chefs del restaurant­e vegetarian­o London’s Ceremony nos enseñan cómo hacer de este ingredient­e común un plato con estrella Michelin.

4. TUS GRANDES ALIADAS

Si incorporas las coles a tu dieta obtendrás grandes beneficios para tus órganos y tu salud en general.

Hígado

Todas las variedades de coles son depurativa­s, protegen tu hígado y poseen propiedade­s antirreumá­ticas.

Corazón

Al ser ricas en potasio, son unas aliadas fantástica­s que ayudan a controlar la presión arterial.

General

Su aporte de calcio y fósforo equilibra el sistema nervioso y el de vitamina C permite favorecer la asimilació­n del hierro y ayuda a combatir la anemia.

Para 2 raciones: 200 g de col violeta rallada Nueces tostadas Una manzana en rodajas Queso azul Aceite de oliva Sal Una pizca de pimienta negra

Ralla las coles (en crudo para que conserven los antioxidan­tes) con una mandolina, luego echa un puñado de nueces tostadas y la manzana a rodajitas. Prepara un aderezo con el queso azul desmenuzad­o (todo lo que puedas), aceite de oliva, sal y pimienta. Mezcla todo bien antes de servir.

Para 2 raciones: 100 g de coles de Bruselas Un diente de ajo Un chile rojo 300 g de pasta Aceite de oliva Queso parmesano en láminas Un limón Sal y pimienta

Corta las coles a trocitos pequeños y saltéalas a fuego medio-alto con aceite de oliva, el ajo y el chile. Pon agua con sal a hervir en un cazo, cuece la pasta y escúrrela. Mezcla coles y pasta, añade el parmesano y un chorrito de limón, y un poco del agua sobrante de hervir la pasta. Sazona con sal y pimienta ¡y a la mesa!

Para 4 raciones: 200 g de kalettes Aceite de oliva Tomillo y orégano 150 g de quinoa 1 cucharada de tahini y otra de semillas de sésamo tostadas Un limón Sal

Corta las kalettes y ponlas en una bandeja de horno con aceite de oliva y las especias. Mientras hierve la quinoa, asa las kalettes a 180 °C 15 minutos (tiernas pero crujientes). Adereza con tahini, otro chorrito de aceite de oliva, semillas de sésamo tostadas y un chorrito de limón. Termina echándoles una pizca de sal.

Para 2 raciones: 100 g de col Un diente de ajo Un puñado de cebolletas Jengibre fresco 300 g de arroz integral cocido 2 huevos Aceite de sésamo Salsa de soja

Saltea en un wok el arroz cocido y reserva. Fríe el ajo, las cebolletas y el jengibre rallado en aceite y luego echa las coles. Cuando todo esté tierno, incorpora el arroz sin dejar de mover. Bate los huevos y añade un poco de soja y de aceite de sésamo antes de echarlos al arroz. Retíralo cuando los huevos estén hechos y sírvelo.

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