En una palabra
No subestimes a tu calcetín: puede ayudarte a ser mejor amante
Los calcetines son una prenda imprescindible en nuestro vestuario, pero, curiosamente, tienen mala fama. ¿Por qué? Los estilistas y los amantes del buen gusto suelen horrorizarse por una costumbre bastante común: la de acostarse desnudo, pero llevando únicamente un par de calcetines. “Por favor, chicos, jamás se os ocurra meteros en la cama con ellos”, suplica la web de moda LooksGud: “Vuestra pareja los odiará con todas sus ganas”. Incluso una mujer que participó en la conversación online, afirmaba: “Es lo único que pido que no me pase nunca... Prefiero que el tío lleve gorro”. Los calcetines están considerados la esencia del antimorbo, pero la ciencia no está de acuerdo. Un equipo de investigadores de la Universidad de Groninga, en los Países Bajos, descubrió que los pies fríos funcionan como inhibidores a la hora de tener un orgasmo. El experimento que realizaron reveló que las parejas a las que les dieron calcetines tuvieron un 30% más de probabilidades de alcanzar el clímax que las que tenían los pies desnudos. Al parecer, cualquier tipo de ansiedad puede ser un amortiguador del deseo para las mujeres, mientras que para los hombres tener las extremidades congeladas supone una dificultad para lograr excitarse. Pero, incluso, si te vas a acostar solo, dejarte los calcetines puestos te puede ayudar a disfrutar de una noche más confortable. Según científicos suizos, el calor que crean ayuda a conciliar el sueño más rápido, porque dilatan los vasos sanguíneos de los pies. Dejarse los calcetines puestos puede acelerar el proceso de quedarse dormido unos 15 minutos, así que ignora a los detractores de esta prenda y conserva el calor de tus pies en la cama a la hora de dormir. O de hacer otras cosas.