Con la nueva rutina del coiling core.
Deja a un lado los abdominales de toda la vida. El coiling core es la nueva rutina que esculpirá tu figura al máximo.
PARECE UNA ESCENA DE ‘GLADIATOR’, con Russell Crowe cargando contra sus enemigos. El atleta de la foto mantiene a duras penas el equilibrio sobre un pie, con una pesa ligeramente inclinada hacia atrás, como si estuviera a punto de golpear a alguien. Pero no se trata de una pelea. Es una rutina de abdominales.
Si le preguntas a David Weck, inventor de la Bosu Balance Ball (la bola de equilibro para pilates),, cómo conseguir una tableta esculpida, te recomendará esta postura,
inspirada en los jugadores de hockey sobre patines (HPS), y que es perfecta para definir tus abdominales, sin olvidar los oblicuos.
El HPS forma parte de una nueva rutina llamada ‘coiling core’. Con ella, aumentarás el poder de tus movimientos rotacionales y tu fuerza abdominal. Se trata de un entrenamiento inspirado en la técnica de los velocistas. Los esprinters usan todo su cuerpo para echar a correr con la máxima potencia. Pero, si te fijas bien, verás que sus cabezas se balancean sutilmente hacia delante y hacia atrás. ¿Por qué? Pues porque con esa rotación crean una fuerza que les empuja hacia delante.
Y los responsables de ese movimiento rotacional son los músculos dorsales anchos de la espalda. “Son los músculos de mayor tamaño y fortaleza del core”, explica Weck, “y se encargan de unir las caderas con los hombros”.
Puedes emplear los músculos dorsales anchos para hacer que tus abdominales se contraigan de forma explosiva. En primer lugar, hay que usar toda la fuerza del core para girar el torso hacia un lado. El músculo dorsal ancho llevará al límite esa rotación, tirando del torso todo lo que sea posible. Entonces, giras las piernas hacia un lado y el torso hacia el otro, creando una especie de espiral, que ‘retorcerá’ tu cuerpo por completo.
Es imposible provocar estas contracciones tan intensas haciendo los ejercicios de abdominales tradicionales, tumbado en un banco. El coiling core hay que hacerlo siempre estando de pie y usando un objeto ligero, como una maza, una pesa o un balón medicinal, que al balancearlo produzca un impulso.
No te preocupes si no te sientes a gusto cuando hagas tu primer ejercicio de HPS. Puedes empezar dando saltos laterales hacia delante. Cada vez que te poses sobre tu pie derecho, lleva la maza a la derecha. Luego, salta hacia la izquierda, girando la pesa hacia ese lado. Tres series de 8 saltos harán que tu core se ponga al rojo vivo.