Cómo se amasó la musculatura de Gregor Clegan.
El entrenamiento, la actitud, el plan de comidas (¡y los tatuajes!) que conviertieron al islandés THOR BJÖRNSSON en el Hombre Más Fuerte del Mundo y la estrella más grande de ‘Juego de tronos’. Literalmente.
1 AGUANTA HASTA
EL FINAL
Björnsson usa un truco para resistir hasta el último press o el tiempo en que le hacen
un tatuaje: la familia. “Pienso en todo lo que he hecho, con esfuerzo, sudor y lágrimas”, dice, “y para aguantar el dolor de los tatuajes más complicados, en
mi hija [Theresa]”.
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ASUME LAS CONSECUENCIAS
”En el inicio de mi carrera, aumenté de volumen tan rápido que me dañé un nervio
del antebrazo”, nos cuenta: “Me lo tuvieron que arreglar, y la cirugía me dejó una cicatriz”. Acumular la potencia
necesaria para ser el hombre más fuerte del mundo puede pasar
factura.
2 COME CON UN SEXTO SENTIDO
En Juego de tronos, Björnsson encarna a Gregor Clegane, el personaje apodado La Montaña. Pero no siempre fue tan grande.
Empezó a competir por ser el hombre más fuerte en 2009 y, para ganar peso, se comía todo lo que veía. A sus 30 años, pesa cerca de 195 kilos y sigue diferentes tácticas en la cocina: “¿Qué puedo comer para ser también
mejor atleta?”, dice. Su plan: seis comidas al día, empezando por seis huevos, seis lonchas de bacon y harina de avena.
Ah, y arroz blanco. ”Digiero con facilidad y por eso puedo comer
más a menudo”.
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BUSCA INSPIRACIÓN
La Montaña tiene 16 tatuajes. En su espinilla izquierda se lee: “No hay razón para vivir si no levantas peso muerto”. “Es lo que exclamó el difunto
Jón Páll Sigmarsson mientras establecía un récord 523 kg en peso muerto con barra”, afirma Björnsson: “El islandés, cuatro veces Hombre Más Fuerte del
Mundo, es mi ídolo”.
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DALE AL PESO MUERTO
El mejor consejo de Björnson, que ha levantado más de 450 kg en peso muerto:
“Empujar y tirar”. Mientras tiras de la barra hacia arriba, empuja el suelo con los pies. como si quisieras alejarlo, para mantener las caderas más bajas.
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VETE A PASEO
Este campeón come cada dos horas y, como
no le resulta fácil procesar todo eso, se ayuda de las piernas. “Camino de 10 a 15 minutos después de comer”, asegura: “El efecto sobre mi cuerpo es muy positivo”. Y la ciencia le da la razón: se ha demostrado que un paseo de sobremesa contribuye a controlar el azúcar en sangre e impulsa el alimento desde el estómago al
intestino delgado.